Sobre la percepción de la arquitectura moderna ~Repartiendo arte~

Looshaus

Edificio Looshaus de la Michaelerplatz de Viena (Adolf Loos, 1911)

MANUEL LIEDANA DE OTAZU

He de reconocer que cuando Carlos me comentó la posibilidad de escribir aquí, no tenía muy claro sobre qué hacerlo.

Estudio arquitectura, y las únicas veces que temas de este ámbito son de actualidad es cuando se comenta el último estropicio de tal arquitecto, las pérdidas de una promoción, o corrupción en la designación de alguna obra pública.

Pensando esto me dije: esto no es lo que tu estudias, ¿dónde está la belleza? ¿dónde está el arte? ¿es que la gente no sabe apreciar la arquitectura?

Con este pensamiento es con el que planteé mi humilde intención; la de cambiar esta concepción tan catastrófica que se tiene de la arquitectura moderna, e intentar mostrar su lado más bello y escondido. Sí; escondido, pues, aunque todos veamos edificios todos los días, la buena arquitectura requiere de una mirada diferente para comprenderla.

Empecemos a hablar de arquitectura haciendo un pequeño “experimento”. Piense en el estilo arquitectónico que más le guste. No me voy a apostar nada, pero diría que pensó en el renacimiento, igual en el gótico o en el barroco, pero de lo que estoy casi seguro es que no pensó en la arquitectura moderna. Más por desconocimiento que por desagrado creo yo, aunque puede haber algo de ambas.

Esto es así, importantísimos arquitectos de este último siglo como Le Corbusier, Alvar Aalto, Mies van der Rohe o Frank Lloyd Wright son desconocidos para una gran mayoría; mientras que todo el mundo ha oído hablar de Miguel Ángel, Brunelleschi, o Bernini.

No pretendo compararles, estos tres últimos son los arquitectos de algunas de las obras más bellas jamás construidas. Pero que la etapa moderna de la arquitectura sea tan desconocida es algo que hay que cambiar.

Y si ni se conocen los grandes maestros del siglo XX, ¿cómo se va a conocer y apreciar su obra? ¿cómo se va a entender la arquitectura moderna si no se entienden sus orígenes? Es complicado que se entienda, y, por tanto, imposible que se aprecie.

Para entender lo que sucede en la arquitectura moderna, hay que conocer el contexto del arte moderno. El arte moderno es; resumiendo, experimentación.

Se abandona el intentar representar fielmente la realidad para buscar nuevas técnicas que transmitan sentimientos, pensamientos… Resumen muy resumido, pues creo que todo el mundo está; en mayor o menor medida, familiarizado con artistas como Picasso, Dalí o Mondrian. 

Y esto, ¿qué supone en la arquitectura? Lo primero, se sigue con la separación del resto de artes que habían ido ocurriendo durante el siglo XIX, se elimina lo pictórico, se elimina lo escultórico, con el objetivo de conseguir una arquitectura mas pura, más únicamente arquitectónica. 

Esta desornamentación produce que se empiecen a buscar otras cosas, la forma pasa a tener una importancia vital; se busca la geometría a través de formas sencillas o de la composición de varias. Con esto, el material pasa a tener una importancia fundamental, al fin y al cabo, es lo que da vida a esas formas.

Con este método compositivo de formas puras y lo que es estrictamente arquitectónico, la luz pasa a tener una tarea primordial, puede considerarse casi como un material más, no por su mera funcionalidad de iluminación, sino por su capacidad de ensalzar y de poner en valor los espacios interiores.

Le Corbusier; uno de los arquitectos más importantes del siglo XX, definía así la arquitectura: “La arquitectura es el juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes bajo la luz”. Volúmenes y luz, esos son los cimientos de la arquitectura del siglo XX.

“La arquitectura es el juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes bajo la luz”

Le Corbusier

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