Durante el trasncurso de estas líneas me referiré al condenado rapero por su nombre real: Pablo Rivadulla Duró. Como delincuente reincidente que es, supone un peligro para la sociedad, así que considero importante que todos conozcamos su nombre y apellidos, por lo que nos pueda llegar a hacer. Aunque gracias a Dios, y a la Justicia, ya está entre rejas.
Entendemos por posverdad una mentira emotiva que distorsiona la verdad de forma deliberada, huyendo de los hechos objetivos y tratando de apelar a las emociones y creencias personales. Es ardua tarea encontrar un ejemplo más exacto de lo que significa posverdad que el tratamiento del caso de Pablo Rivadulla.
El intento de rapero Pablo Rivadulla acumula un historial delictivo nada desdeñable. Repasémoslo:
-La primera condena firme data del 2014, cuando es condenado a dos años de cárcel por enaltecer el terrorismo de ETA, los Grapo, Terra Lliure o Al Qaeda.
-Más tarde es condenado a nueve meses de prisión por los mismos delitos, a los que el bueno de Rivadulla añade injurias a la Corona y a las fuerzas de seguridad.
Supongamos que ese repugnante enaltecimiento, justificación y promoción de distintos asesinos fuere considerado libertad de expresión, ¿habría más frentes judiciales abiertos del supuesto artista? ¡Por supuesto! Nada más y nada menos que otros tres, poco relacionados con el “derecho artístico y de libertad de expresión”.
Como fuente me serviré de un artículo de un medio poco amigo de esa “peligrosa ultraderecha” como es ‘El País‘:
<En junio, el Juzgado de lo Penal número uno de Lleida lo condenó a seis meses de prisión por un delito de lesiones por agredir, en 2016, a un periodista de TV3 en una rueda de prensa en el Rectorado de la Universitat de Lleida, ocupado por estudiantes. El juez consideró probado que Hasél empujó, insultó y roció con un líquido de limpieza al periodista, y por este motivo, además de la pena de prisión, le impuso indemnizar a la víctima con 12.150 euros>
<Días después, otro juzgado de Lleida comunicó al músico una nueva condena. En esta se le impuso dos años y medio de prisión y al pago de una multa de 2.400 euros por agredir a un hombre que declaró como testigo en un juicio en el que había resultado absuelto un agente de la Guardia Urbana de Lleida acusado de agredir a un menor amigo del rapero.>
<Finalmente, Hasél es investigado por la justicia por su presunta participación en el intento de asalto a la subdelegación del Gobierno de Lleida del 25 de marzo de 2018, en protesta por el arresto de Puigdemont en Alemania>

No es demasiado complicado comprobar que Pablo Rivadulla Duró no es un rapero condenado por cantar, sino un delincuente reincidente acusado de multitud de delitos, basta con una rápida consulta en Google. Si bien es cierto que su “arte” ya sería motivo más que suficiente para alejarse de él.
Por lo tanto me pregunto, ¿qué leches hacen los grandes medios dando semejante cobertura a este criminal? ¿por qué dar altavoz a un filoterrorista para que continúe propagando su nocivo mensaje?
Que haga lo que quiera a través de sus redes sociales, pero cómo podemos consentir que se sirva de grandes plataformas televisivas para transmitir continuas mentiras y falacias.
Es aberrante como los medios han conseguido que este malhechor, que justifica, y casi celebra, los atentados cada vez que se producen, consiga su principal objetivo, que no es otro que satisfacer su ego para paliar los complejos que parece atesorar.
Con toda esta ridícula campaña únicamente quería aparecer en las noticias y lo lamentable es que lo haya conseguido. ¿Quién narices es Pablo Rivadulla Duró para copar portadas?
El pijo revolucionario ilerdense ha conseguido, gracias a la ridícula labor de los grandes medios, que su canal de YouTube, cuyos vídeos rara vez superaban las 15.000 visualizaciones, multiplique su tráfico por 20. ¡Enhorabuena Pablete, lo has logrado!
En conclusión, los medios tienen parte importante de culpa del movimiento de apoyo a un delincuente condenado y reincidente. Pero gran parte de responsabilidad corresponde a esa izquierda social que siempre se posiciona a favor de los delincuentes.
Los antifas y antisistema de izquierdas se sirven de cualquier excusa para salir a la calle, hacer un poquito de ruido, echarse unos litros con sus amigos y lo que surja. Esta evidencia se agrava en Cataluña. ¿Será alguien capaz algún día de explicar qué es lo que ocurre en esta región?
Me es imposible entender qué es lo que lleva a cuatro niñatos a encerrarse en un edificio con un rapero de medio pelo. ¿Tan vacías son las vidas de esos jóvenes que tuitean sin cesar #LlibertatPabloHasel?
Es inquietante la nueva muestra del nulo sentido crítico de un importante sector poblacional. Basta con que un imbécil desconocido lance un mensaje que les atraiga para ser creído y propagado.
Un imbécil desconocido que además se permite el lujo de comer el coco a cuatro chavales y anteponer su campaña de marketing a la seguridad de los mismos. Pablo Rivadulla Duró es un cobarde que posibilita que unos pobres críos con las ideas poco claras se jueguen el tipo, físico y legal, mientras él conoce perfectamente el futuro que le espera. Pero le compensa, pues sus reproducciones crecen exponencialmente cuando siempre había atraído a cuatro gatos.
El medroso cantautor no tiene ápice de vergüenza y mendiga apoyo por cualquier vía que se le ocurra, llegando a criticar a Podemos por no pronunciarse respecto a su detención. Acto seguido, ¡Podemos acude al rescate!
Lo que haga la izquierda social con sus vidas puede parecernos más o menos digno, pero no queda más remedio que aceptarlo. Sin embargo, que la izquierda política se posicione a favor del delincuente Pablo Rivadulla Duró es intolerable. Más, si cabe, cuando lo hace un partido de Gobierno.
Políticos en activo y con cargos públicos, no sólo orgánicos, mienten abiertamente a la ciudadanía afirmando que “Pablo Hasél es condenado por rapear”. ¿Qué creen que es peor? ¿que mientan deliberadamente, o que sean tan necios que repiten eslóganes sin buscar la verdad que hay detrás?
Personalmente de esos encefalogramas planos me espero la tontuna como causa de todos sus males. Incluso que condenen el peligro para la sociedad y atentado contra la sociedad pública que representan las manifestaciones pacíficas de cuatro señores y cinco señoras de VOX, y mientras tanto no sólo justifiquen sino que promuevan que las jaurías antifascistas tomen las calles y quemen contenedores porque “la democracia está en riesgo”.

Señores de Podemos, no son oposición, son parte del Gobierno de España. País en que existe algo parecido a la separación de poderes, aunque a ustedes y a su correligionario Sánchez les moleste. Entérense de una soberana vez de que la Justicia es todavía ciega y no debe ceder a chantajes emocionales ni presiones populares.
Si el imperio de la ley les gusta cuando enjuicia al Partido Popular que lo respeten cuando actúa contra sus amiguetes.
A todo aquel cuya lectura haya llegado hasta aquí le aconsejaría que si alguna vez se ve envuelto en un proceso judicial publique una serie de tuits calamitosos y una canción de dudosa calidad en YouTube. Si la Justicia cumple y les detiene digan que no es una detención sino un secuestro del “Estado fascista opresor”.
Si siguen esa serie de pasos entrarán en prisión pero conseguirán el apoyo incondicional de una turba de infraseres y depurarán responsabilidades. Esto es exactamente lo que ha hecho Pablo Rivadulla Duró, y le ha funcionado.
“Lo relevante en la mentira no es nunca su contenido, sino la intencionalidad del que miente”
Jacques Derrida
- Analogías varias
- Artículos
- Cambiando de tercio
- Cosas de la vida
- Crónica de la familia Chavarrías
- Duc in altum
- El Lúcido
- El Profesor
- El rincón de pensar
- El sumario del agravio
- Entrevistas
- Erasmus pocos y parió Juanola
- La dejada
- La Dolce Vita
- La iglesia de Baler
- La Razón en Marcha
- Leonardo da… Aragón
- Pura Virtud
- Reflexiones de un maketo
- Repartiendo arte
- ~8:32~
asco, na mas