Como dice el dicho popular, la unión hace la fuerza. Después de los resultados cosechados en Cataluña por las fuerzas de centro derecha, hace falta hacer una reflexión y un estudio riguroso de lo que ha pasado.
Es momento de tener iniciativa, de ser desacomplejado y de lanzarse a por el futuro, que pasa inexorablemente por la unión de los partidos de centro derecha si verdaderamente se quiere acabar con el gobierno social-podemita, que el pasado domingo 14 estaría en la sala central de máquinas de la Moncloa comiendo palomitas viendo como el efecto Illa iba viento en popa y como el viento no soplaba justamente a favor del PP y Ciudadanos, pero sí de Vox.
La unión del centro derecha pasa por un fortalecimiento de proyecto de partido e ideológico común, fuerte y que no renuncie ni al humanismo cristiano ni a plantar batalla cultural, política y mediática al bloque de izquierdas/podemita/independentista.
Si no se acomete la refundación del centro derecha en torno a esas premisas, corremos el riesgo de que en España no haya a corto o medio plazo alternancia política. A mi modo de ver, VOX no es ni será alternancia política porque no representa a una gran mayoría de españoles en su espectro ideológico, pese haber cosechado unos excelentes resultados.
Sigo pensando que el Partido Popular es y debe seguir siendo la fuerza que lidere la oposición y que desbanque a este gobierno. Con principios, valores y teniendo una hoja de ruta clara para España, se conseguirá.