En esta nueva analogía adoptaremos humildemente el papel de dendrólogos o botánicos (no lo tengo muy claro) para afirmar con rotundidad que Podemos se ha convertido en un abedul. Sí, leen bien. Podemos es un abedul, podría decirse que son un bosque de abedules si no fuera porque nadie duda de que la formación morada se reduce a la persona de Pablo Iglesias.
La idea de comparar al partido con el árbol me surgió a raíz, nunca mejor dicho, de todo lo generado en nuestro circo político durante los últimos días. Que un murciano tosa ha sido suficiente para desencadenar el caos. En referencia a los abedules, una pequeña chispa basta para desatar el incendio. Así de inflamable es su madera.
Dejemos atrás la primera comparación y comencemos la analogía.
La plantación del abedul debe realizarse en primavera, cuando las heladas ya han pasado. Igual sucede con las ideas tan a la izquierda. Pese a lo que intentan vender, deben ser propagadas en tiempos de relativa tranquilidad. En momentos de crisis absoluta la gente deja de lado las ridiculeces y se preocupa de los temas serios.
De la misma manera que podemos intentar plantar un abedul en el frío enero y jamás crecerá, una situación de miseria nunca se resolverá con las ideas de Podemos, por mucho que nos empeñemos, y si es que las tienen. Prueben a decirle a un país pobre que les va a salvar el comunismo, verán cómo se ríen.
Una vez plantado el abedul precisa de poco espacio para desarrollarse. A podemos le ocurre lo mismo, necesitó muy poco para llegar a lo alto: repetir eslóganes vacíos e inventarse enemigos donde la realidad no esconde nada. Se aprovechó de la ilusión de cuatro estúpidos para crecer exponencialmente y, poco después, dejarlos tirados.
Cuando el árbol empieza a crecer es fundamental regarlo constantemente. Podemos se ha tomado esto al pie de la letra. Son conscientes de la importancia que tiene para ellos el estar continuamente echando leña al fuego (permítanme el guiño…). En podemos saben que su proyecto político, o más bien personal, está basado en azuzar continuamente a sus masas contra algo o alguien. Si sus posibles votantes dejan de recibir el regadío del odio se acaba el chollo.
Si conseguimos que el abedul sobreviva a sus primeros días crecerá muy rápido, casi exponencialmente, pero al poco tiempo se estanca para siempre, ¿les suena, verdad?
Para lograr la supervivencia del abedul es importante conocer que no debemos podarlo en exceso, de lo contrario acabará muriendo. De esto Iglesias sabe un rato. Pablete se ha cargado a toda rama incómoda y poco a poco se está consumiendo hasta quedarse en la nada más absoluta.
Hablemos de la corteza. Es de color blanco, atravesada por líneas o fisuras negras, estamos ante uno de lo árboles cuyo aspecto es más identificable a una larga distancia. Bien, no entremos a valorar el físico de nadie, pero concordarán conmigo en que la figura de los integrantes de Podemos suele ser fácilmente distinguible.
Nuestros amigos podemitas tienen mucho en común con la corteza del abedul, pues aunque se mantenga blanquecina, cambia sustancialmente de color a lo largo de su vida. Creo que esto no necesita comentario alguno…Además, la base del tronco se agrieta y se carga de marcadas rugosidades y resquebrajaduras. Ni los abedules ni Podemos permanecen unidos con el paso del tiempo.
Dejemos a un lado la imagen y pasemos a lo esotérico. La historia del abedul está asociada a la de los legendarios druidas centroeuropeos y celtas, que se valían de sus ramas jóvenes a modo de varitas mágicas para proclamar sus profecías y para ahuyentar a los malos espíritus. En definitiva, los farsantes que querían aprovecharse de la desesperación e incredulidad del pueblo se servían del abedul como instrumento. Hoy utilizan partidos políticos.
Para los galeses el abedul es un símbolo del amor. Por otro lado, durante siglos se utilizó este árbol para embellecer a la mujer. Su corteza carbonizada se empleaba por algunas culturas para dar color a la zona de los ojos. Podemos, por su parte, sirve para colocar a las parejas de los altos cargos sin ningún tipo de pudor. El nepotismo es la mayor muestra de amor que en Podemos se pueda mostrar.
Vuelvo a los vendemotos. No son pocos los “especialistas” que coinciden en las muchas propiedades curativas que el abedul puede aportar. Eso sí, todos coinciden en algo. Depende para quién y en qué momento, y jamás se debe abusar de su consumo. A veces, un partido tan supuestamente regenerativo como Podemos, nos guste más o menos, puede aportar algo positivo a la salud democrática. Pero sólo en momentos coyunturales porque la sobredosis siempre será perjudicial.
¿Saben en que son muy distintos nuestros dos protagonistas? En muchas culturas el abedul es representante de sabiduría, algo que nunca será Podemos, donde lo que sobra es pedantería.
Como siempre, para terminar me gusta ver el lado positivo de la historia. No se preocupen, los abedules son de hoja caduca.
“Mira profundamente en la naturaleza y entonces comprenderás todo mejor”
Albert Einstein
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