Cruzamos el charco para volver a hablar con un periodista. Nuestro protagonista lleva casi 20 años en España pero no se olvida de la patria que le vio nacer: Venezuela.
Ha trabajado para varios medios y actualmente se desempeña como freelance. Además, dedica muchos esfuerzos para hacer más fácil la vida a los venezolanos en España.
Charlamos con el autor de ‘Los brujos de Chávez’: David Placer.
Si quieres escucharlo hazlo aquí:
Supongamos que se encuentra ante un auditorio que le desconoce por completo, ¿cuál sería su carta de presentación?
Soy periodista y escritor venezolano. Llevo en España 18 años. He trabajado en varios diarios. Estuve 11 años en ‘El Periódico de Catalunya’ en Barcelona. Luego en un diario económico que se llama ‘Economía Digital’. Y ahora estoy como periodista independiente en mis propias plataformas de YouTube e Instagram.
Pero casi todo el mundo me conoce por mi primer libro: ‘Los brujos de Chávez’. Es el libro que destapa por primera vez esa relación casi enfermiza que mantenía Hugo Chávez, y que siguen manteniendo los altos jerarcas del chavismo, con la brujería, el ocultismo, el espiritismo, las ciencias ocultas…Con la santería cubana como método para aferrarse al poder. Algo en lo que creían y siguen creyendo mucho.
El libro fue un gran éxito en Venezuela. Y todavía hoy, a pesar de que lleva muchos años presentado, se sigue vendiendo muy bien.
También hice un segundo libro, la continuación de éste, que se llama ‘El dictador y sus demonios’.
Llega a España en 2002 para acabar sus estudios en Barcelona. ¿Cuando vino, llegó a pensar en que se convertiría en su nuevo hogar?
Llegue sin muchos planes, simplemente porque en Venezuela me había ganado la beca Reina Sofía para cursar estudios de postgrado en España. Me anunciaron muy tarde que la había ganado. Ese año era el año del golpe de estado contra Chávez, hubo unas marchas multitudinarias…Fue un año convulso en Venezuela y me lo anunciaron muy tarde. Me dijeron que había ganado la beca y en dos meses tenía que volar a España. Me vine para probar, sin un plan muy claro de si me iba a quedar o iba a regresar. Poco a poco me fui estabilizando.
Luego hice otro máster en Columbia. Fue un muy buen máster. Yo les recomiendo a todos los venezolanos que vienen, no sólo periodistas, sino que intentan entrar en el ámbito laboral, que un máster es algo que tienen que hacer para insertarse en las relaciones laborales. Es una buena manera para conectarse con gente que está metida en el mundo laboral, porque tú llegas sin ningún tipo de contacto y esa es la principal desventaja de un inmigrante que llega a cualquier país.
Hoy en día la dictadura chavista ha provocado un éxodo que lleva a España a estar llena de hermanos venezolanos, pero cuando usted llegó no había tantos, ¿cómo de distinta era la relación entre los venezolanos y españoles a lo que es ahora? ¿nota diferencias?
Era tan distinta que nadie adivinaba de dónde eras por el acento. Hoy nadie tiene duda de dónde somos cuando hablamos. En esa época en Barcelona me decían mucho que era argentino. Era la época en la que llegaban todos los migrantes víctimas del corralito en Argentina, en el 2001. Hubo una llegada masiva de argentinos a Barcelona, imagino que en Madrid pasaría lo mismo. Por una simplificación el español cuando te ve blanco y sudamericano… «ya está, argentino».
Hoy día, aquí en Madrid creo que ya somos 90.000. En España 400.000, la mitad con nacionalidad española. Cuando yo llegué las principales nacionalidades, casi empatadas a 400.000, eran marroquíes, rumanos y ecuatorianos. Hoy nosotros alcanzamos esa cifra. Aunque marroquíes hay 800.000, rumanos 700.000 y ecuatorianos…pues no lo sé porque muchos han obtenido doble nacionalidad. Aunque se sabe que una buena cantidad ha regresado. No tengo muy claro si somos la tercera fuerza por país de procedencia pero estaremos ahí junto con los ecuatorianos y, tal vez, los colombianos.
¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que pisó Venezuela?
Desde el 2013. La última vez que fui fue para hacer las últimas investigaciones de ‘Los brujos de Chávez’. Ya está, no volví más, ocho años…
Pongamos que ocurre un milagro y todo se soluciona ¿Le gustaría regresar?
Es una pregunta difícil. Primero que ese milagro ya no lo damos por contado. Es una posibilidad tan negada que no me puedo poner en esa tesitura. Imaginando esa posibilidad prácticamente nula, estaría más tiempo en Venezuela, podría trabajar ahí, visitarlo…pero no sé si vivir ahí definitivamente. No llevo la mitad de mi vida aquí pero casi, entonces no sé…no lo tengo tan claro.
Pero sí me gustaría pasar largas temporadas en Venezuela y vivir a caballo entre los dos países, haciendo trabajos y proyectos también ahí, pero no sé si vivir todo el año ahí. A lo mejor sería una excelente opción para jubilarme si aquello mejora.
Pero como digo es una posibilidad, en el supuesto de que mejore…luego esa transición es muy larga. Lo hemos visto por ejemplo en el caso colombiano. No ha sido una mejoría tan clara. Han pasado 30 años desde los años 90 y esas matanzas con coches bomba en el centro del país. Con todos sus problemas, pero para ser un país más o menos estable han tenido que pasar 30 años.
Se me hace un poco difícil ver esa posibilidad.
“Cuando abandono Barcelona en 2013 comenzaba a ver ciertos paralelismos con el chavismo”
Primero dejas Venezuela para venir a estudiar y luego también abandonas Barcelona ¿Siente que ha dejado atrás una tiranía para meterse en otra?
Yo abandono Barcelona en 2013, justo cuando empezaba el libro. Y en cierto modo comienzo a ver ciertos paralelismos con lo que viví en Barcelona con el chavismo, con las enormes diferencias que hay, políticas y sociales, pero sí veía algunos visos.
Empezaba a ver esa crispación que comenzó en Venezuela cuando llego el chavismo, ese odio entre unos y otros, esa construcción de grandes bloques que comenzaba a generar peleas en los trabajos, en las familias, esas manifestaciones crispadas…No me gustó absolutamente nada lo que vi.
No simpatizo absolutamente con el movimiento independentista, entre otras cosas porque, uno, cuando elige Barcelona, también elige España como país de destino. Y a los inmigrantes que habíamos aterrizado en Barcelona también nos habían quitado eso. Nos habían “obligado” a vivir en un país distinto al que nosotros habíamos elegido o al que pensábamos que habíamos elegido.
Me vine a Madrid, una ciudad que recomiendo mucho más. Hay muchos venezolanos migrantes en Perú, Colombia, Ecuador, Argentina o Chile que están pensando en venir a vivir a España porque no se adaptan en esos países, tienen algunos problemas de xenofobia en algunos…Y me preguntan mucho si la opción para venir a España es Madrid o Barcelona. Les digo a todos que sin duda alguna es Madrid. Como inmigrante latinoamericano tienes una opción mucho más sencilla de adaptación. Y lo dice alguien que aprendió no sólo a hablar, sino incluso a editar textos en catalán.
Pero no me refiero sólo a la barrera lingüística, que también es una barrera que te puedes encontrar si migras a Francia…Pero por lo general si un latinoamericano elige España está contando con que no va a tener una barrera de idioma que sí va a tener si viene a Cataluña.
¿Cree que hay desconocimiento fuera de España de cómo es Barcelona a día de hoy? ¿Tiene el mundo una imagen idealizada de lo que fue?
Hay un enorme desconocimiento. Diría que hace diez años había un absoluto desconocimiento. Hoy, con toda esta tensión separatista hay mucha más información y la gente ya sabe un poco más a dónde llega.
Aunque no lo he estudiado exactamente creo que este es uno de los motivos por los que Madrid ha ganado un peso enorme entre la comunidad venezolana que llega. Antes había una comunidad venezolana en Barcelona, que aunque la sigue habiendo es cada vez menor.
También un fenómeno migratorio interno entre venezolanos que se están yendo de Barcelona no sólo a Madrid, sino más a Valencia. Hay muchos venezolanos de Barcelona y algunos de Madrid que se están yendo a Valencia. Ha crecido muchísimo como ciudad inmigrante para la inmigración venezolana.
Evidentemente el venezolano no se siente cómodo en una sociedad polarizada, dentro de la realidad política del independentismo, que nos recuerda mucho al chavismo y a muchas cosas. Incluso hay movimientos como la CUP o los comunes que han tenido participaciones con el chavismo.
Los venezolanos no queremos oler a nada parecido al chavismo. Más si sabemos que ha habido complicidad, financiación, aparición en actos de líderes chavistas en Venezuela…Ada Colau fue a Venezuela y es una líder más moderada. Ya ni te digo esos círculos bolivarianos que crearon movimientos independentistas pagados por el chavismo, eso es terrible. Tener que huir de tu país para luego encontrarte en Barcelona con una manifestación independentista en la que llevan banderas chavistas… Es que no los queremos ver.
Es uno de los motivos por lo que menos venezolanos que antes eligen Barcelona como destino.
“Venezuela lleva camino de ser un Estado fallido repartido entre clanes de delincuentes en el que la institucionalidad es polvo y paja”
Conoce Cataluña y conoce Venezuela, como un venezolano que ha vivido muchos años en Barcelona, ¿qué siente cuando escucha a políticos españoles negar que en Venezuela haya presos políticos al mismo tiempo que piden la libertad de los políticos presos?
Es una trampa en la que caen producto de su propia simplificación de lo que está sucediendo, tanto en Venezuela como en Cataluña. Es una contradicción, un callejón sin salida en el que ellos mismos se encierran, cuando piden cosas para Venezuela que no aplican en España o viceversa.
Estoy seguro que ellos, aquí, considerarían completamente inaceptable la aplicación de una milésima parte de las medidas que el chavismo está aplicando en Venezuela.
Nosotros en Venezuela tenemos presos políticos, pero también presos de conciencia. Y ni siquiera esos presos tienen un proceso judicial justo. Hemos llegado al punto de descaro en el que los jueces le comentan a los familiares o al propio procesado que lo sienten mucho y lamentan mucho lo que va a pasar con ellos pero que sólo cumplen órdenes de “arriba”. Ni siquiera quieren ser responsables de las sentencias que ellos firman.
Hemos llegado al extremo, no diría ni siquiera de dictadura, casi de Estado fallido. Un Tribunal dicta una orden de excarcelación para un preso político, o para cualquier otro preso y los funcionarios de las cárceles con las órdenes judiciales de excarcelación dicen que no va a salir hasta que no pague 5.000, 10.000 o 20.000 dólares…
Es la quiebra, el desplome, el fracaso del Estado, que, hoy día, es un Estado delincuente. Escribía el otro día que ya tenemos visos de ir camino a un Somalia: un Estado fallido repartido entre clanes de delincuentes en el que la institucionalidad es polvo y paja. No queda prácticamente nada.
Hay que decir que hoy muchos sectores, menos sectores en España, defienden ese modelo. Se han dado cuenta de lo que es y en lo que se ha convertido. Pero de todas formas tenemos un ministro de Consumo que sigue defendiendo fervientemente el modelo venezolano, o en Cataluña los sectores de la CUP, incluso ERC, siguen defendiendo ese modelo.
Es un monstruo al que resulta difícil ponerle nombre. No sabemos si es una dictadura, un Estado delincuente, un Estado fallido. Es un modelo único que no ha ocurrido en otras partes del mundo, un modelo híbrido. De lo que yo creo que no hay lugar a dudas es que estamos ante la delincuencia asaltando el poder.
A lo mejor el término dictadura ya no se ajusta a la realidad de lo que vivimos.
¿Puede Venezuela derrocar a Maduro sin injerencia exterior?
No lo creo. En Venezuela se han probado todas las fórmulas, y todas son todas.
Desde el año 2002 cuando el chavismo empieza a meter sus manos en la industria petrolera. Era una industria altamente eficiente, con mucha meritocracia, y cuando empieza a partidizar, cuando comienza a hacer de ‘Petróleos de Venezuela’ un estamento político el país se paraliza. Hay unas manifestaciones masivas, dos millones de personas van al Palacio Presidencial a protestar. Al final se produce la renuncia de Hugo Chávez y un posterior golpe de Estado, golpe mal hecho que a los tres días fracasa y Chávez regresa al poder.
Se han probado las marchas multitudinarias, el golpe de Estado, se han intentado las elecciones limpias y tampoco, las elecciones sucias tampoco. Se han probado todos los métodos, ¡hasta los drones!
Se han probado las marchas multitudinarias, el golpe de Estado, se han intentado las elecciones limpias y tampoco, las elecciones sucias tampoco. Se han probado todos los métodos, ¡hasta los drones!
No hay una llave mágica pero, ¿qué cree que tendría que pasar para que Venezuela recuperase su libertad?
Lo dicho, una injerencia extranjera. No sé si llamarlo injerencia o intervención, no creo que sea el modelo más adecuado, pero sí ayuda y apoyo extranjero.
¿Cómo se erradicó a un régimen como el nazismo? Los alemanes no pudieron, tuvo que haber un desembarco de Normandía para empezar. No digo que tenga que haber un desembarco en alguna playa de Venezuela. Es que no sé cuál es el sistema, porque a lo mejor el sistema tampoco es, hoy día, que haya una invasión militar, pero sí algún tipo de cooperación, o a nivel inteligencia.
Creo que Estados Unidos ha avanzado positivamente porque lo único que le duele realmente al chavismo son las sanciones internacionales. Es lo único que le ha importado: tener sus cuentas congeladas.
Ahora por ejemplo se ha dado un paso importante con el encarcelamiento del presunto testaferro de Nicolás Maduro, Alex Saab, que está en Cabo Verde, y que probablemente, si todo camina como parecen las cosas, va a terminar en una prisión en Florida.
Ese tipo de cosas a lo mejor sí los empuja a negociar una salida. Pero una salida con ellos no se tiene que negociar, los tienes que empujar para que se vayan. A lo mejor congelarles todos sus activos. Acorralarlos con el dinero, que es lo que realmente les duele, podría ser una buena medida de presión, pero no es la única. Ellos ya han sobrevivido a medidas de sanciones bastante duras de Estados Unidos y no tan duras de la Unión Europea.
Y han sobrevivido perfectamente porque si les bloquean las cuentas trafican con oro. Siempre van a buscar la vuelta. Ya es necesario otro tipo de presión, y probablemente el colofón final tendría que ser alguna insurrección, pero ya no diría intervención. Una insurrección, porque ellos, evidentemente, no se aguantan con ningún tipo de elección libre. Hoy Maduro no gana ni las elecciones de su comunidad de vecinos.
La solución no es fácil, no es una varita mágica. A veces, lo he pensado mucho, que las dictaduras sólo salen por dos vías. O por la voluntaria, tenemos varios ejemplos como Chile o incluso España, que salió con la muerte, pero la dictadura aceptó una transición.
Nosotros pudimos haber tenido un modelo parecido cuando Chávez murió y no lo tuvimos. Y si mañana muere Maduro tampoco lo vamos a tener. O sea, la muerte del dictador no significa que vaya a haber una transición democrática. En España la hubo porque el propio sistema de engranaje que rodeaba a la dictadura aceptó una transición hacia la democracia, en Chile también se aceptó, con ciertos privilegios hacia el dictador, por supuesto. Esa es una vía, que hay pocos ejemplos en el mundo.
La otra vía es por la fuerza. Ahora mismo no hay otra distinta. O voluntariamente o por la fuerza. Y yo creo que voluntariamente, ellos ahora no tienen ningún incentivo para dejar el poder.
Ya te estoy diciendo cuál es la salida sin querer decirla…
“No podemos ser ingenuos y pensar que una democracia lograda hoy va a permanecer para siempre. Hemos visto ejemplos no sólo en Venezuela sino en todo el mundo. En cualquier momento lo que has conquistado puedes perderlo, de un momento para otro”
Venezuela se ha convertido en una dictadura paulatinamente. Desde España es habitual decir que “Esto no es Venezuela” y que “Eso aquí no puede pasar”. Usted conoce bien ambos países, en Cataluña ya lo ha comentado, pero en el país en general ¿ve similitudes entre los dos procesos?
Muchos venezolanos lo ven. Sobre todo los más pesimistas me dicen que vamos al mismo camino, que ven muchas cosas muy parecidas, que cada vez les recuerda más esto a la Venezuela de los años 90, cuando se estaba cocinando lentamente el fenómeno chavista. Que no es otra cosa que el declive de los partidos tradicionales, la crisis de la política tradicional, el fin del bipartidismo…
Todo eso lo vivimos nosotros desde principios de los 90, y a finales de los 90 llegó esta gente. Todo eso es cierto, esos síntomas existen. En Venezuela fue un empobrecimiento más rápido, aquí ha sido más lento y no de la población en general sino de ciertos sectores. Pero igualmente es peligroso, cuando los hijos empiezan a vivir peor que los padres…eso genera un descontento muy alto y es caldo de cultivo para estos movimientos.
Pero yo creo, y siempre lo digo, que España es un país muy distinto. Aquí la educación es mucho más sólida, la gente, políticamente, es mucho más consciente. En Venezuela teníamos altos índices de desescolarización, unos estratos sociales muy distintos a los que hay aquí… Es decir, aquí hay una clase media mucho más sólida, un empresariado mucho más potente. E, incluso políticamente, la estructura de esta figura de la monarquía parlamentaria en la democracia, dificulta mucho el surgimiento de un fenómeno parecido al que tuvimos nosotros con el chavismo. Por el simple hecho de que tendrían que lograr una mayoría absolutísima que sería muy díficil con la estructura social y política actual de España.
Veo similitudes cuando muchas veces intentan erosionar al Poder Judicial aunque no se logre. Comienzan algunos ataques a la prensa…Pero como digo, no es con la fuerza con la que se hizo ahí. A lo mejor me equivoco en el análisis, pero yo confío plenamente en que España no va a llegar a esos niveles, no va a ser una sociedad erosionada.
Pero, eso sí, cualquier sociedad debe tomar en cuenta que no podemos ser ingenuos y pensar que una democracia lograda hoy va a permanecer para siempre. Hemos visto ejemplos no sólo en Venezuela sino en todo el mundo. En cualquier momento lo que has conquistado puedes perderlo, de un momento para otro.
Hay que estar alerta y pendiente con estos movimientos. Yo me alegré muchísimo con los que sucedió con Pablo Iglesias. Es una demostración de que el chavismo español, como yo lo llamo, está en horas muy bajas. Están a punto de desaparecer.
Creo que es bueno para España que haya un Partido Socialista fuerte y que de alguna forma España regrese al bipartidismo, que es el sistema político que le ha garantizado las mayores cuotas de prosperidad en la historia. En este país eso es así y es innegable.
Por eso a mí me molesta tanto ver a estos dirigentes de Podemos pintar a España como un país completamente fracasado y arruinado y erigiéndose como los únicos salvadores posibles. Tenemos que ver cómo está el mundo y darnos cuenta de que con todos esos problemas España es uno de los países más prósperos, una de las economías más fuertes del mundo, un sistema sanitario muy robusto, una protección social que ya le gustaría a cualquier país socialista, o que se dice socialista, de América Latina, unos niveles de seguridad altísimos…
Hay muchas bondades de España que el español no se da cuenta que las tiene y critica todo lo que tiene. Creo de verdad que en la cultura del español, que nosotros lo vemos como latinoamericanos, se es muy quejoso, muy criticón, dice que “todo esto es una mierda”…Y a veces tenemos que venir nosotros para decir “no, no, no es una mierda”. Mira lo que está pasando alrededor del mundo, quita tres o cuatro ejemplos, porque claro si quieren compararse con Alemania y con Suecia…Bueno sí. Pero España, incluso en algunos indicadores sociales no tiene nada que envidiar a los Estados Unidos, y en algunos indicadores económicos a cualquier país europeo.
Entonces, España no es el país fracasado que quiere pintar Pablo Iglesias y Podemos… y que hay que destruir ese modelo del 78 y la Monarquía. En fin, son discursos que de alguna forma calan en algún sector más desfavorecido, pero esos sectores desfavorecidos viven hoy muchísimo mejor que los sectores más pudientes de nuestras sociedades latinoamericanas.
Creo que el español en el fondo lo sabe. La sociedad española es más madura de lo que a veces pensamos. Y por eso este tipo de movimientos políticos no ha tenido el calado que llegamos a tener justo hace 11 años con el estallido de las protestas del 15M.

Hablemos ya de sus libros. ¿Cómo surgió la idea de escribirlos? Especialmente el primero, donde dejaba en evidencia por vez primera una de las caras más desconocidas del chavismo.
Escuchaba con insistencia rumores, que no eran más que rumores y cuentos de pasillo, de que en el Palacio de Miraflores se hacía brujería, que en el Círculo Militar se estaban haciendo actos espiritistas, que hacían unas fiestas muy raras en el Ministerio ‘tal’, o en ‘Petróleos de Venezuela’ o en las gobernaciones…
Era un rumor insistente, de verdad no le daba mucha credibilidad. Pero cuando lo empecé a escuchar cada vez más, de sectores distintos, gente que trabaja en una alcaldía, en una gobernación, en una empresa del Estado, en la petrolera, en estamentos militares…Entonces dices “bueno, a lo mejor algo hay, y qué pasa si realmente hay algo real más allá del chisme o el cotilleo como dicen aquí”.
En ese momento colaboraba con el suplemento de ‘El Mundo’. Había propuesto un reportaje sobre esto. Entonces comienzo a hacer los primeros contactos, y en un viaje de vacaciones que hago a Venezuela, le comenté a un amigo mío editor. Me dijo que ese tema era buenísimo, que no lo matase en un reportaje porque sería un grave error, y que empezase a investigarlo en profundidad y saldría un libro. O sea, que es idea de este colega periodista.
Comencé a investigar y en las dos primeras entrevistas que hago ya me doy cuenta de que lo que hay detrás es mucho más de lo que me había imaginado en un principio. De hecho en una de las primeras entrevistas que hago la persona entrevistada me habló de fiestas, ya no secretas, sino que abiertamente en el Círculo Militar se hacen fiestas a Changó.
Changó es una deidad de la santería cubana. Es una religión que traen los esclavos africanos en las épocas de las colonias. Para no ser castigados tenían que disfrazar a sus dioses de santos católicos. Y a Changó lo disfrazaban como Santa Bárbara.
En el Círculo Militar en Venezuela se hacen fiestas en las que hay orquestas y ofrendas a Changó-Santa Bárbara el 4 de diciembre, que es el día de Santa Bárbara. Ahí todos los militares se consultaban con los chamanes o Babalaos, que no hacen otra cosa que predecir el futuro. Eran generales, coroneles, altos mandos de las fuerzas militares participando en rituales santeros.
Recuerdo que desde el primer momento que entrevisté a uno de estos babalaos que trabajaban con altas esferas del chavismo me parecía que todo podía ser fácilmente algo inventado, una mentira. Así que utilicé una práctica periodística elemental y le preguntaba mucho por los detalles para ver si da generalidades inventadas o escuchadas o si realmente es capaz de dar detalles muy concretos.
Cuando el primer babalao que entrevisto me dice que en Miraflores se hacen rituales de Santería le pregunté en qué salón, dónde. Y me da un nombre muy concreto. “En el Salón de la Patria, es más, ahí están todas las deidades de la santería cubana”. Le pregunté que cómo que estaban las deidades en el Palacio Presidencial, en qué forma. Me dijo, por ejemplo, que Yemayá, que es algo así como la diosa de los mares, está en forma de ancla, un ancla de barco de mi tamaño en un salón del Palacio Presidencial.
Hago todo mi trabajo de investigación, más de 70 entrevistas. Entrevisté a la primera amante de Hugo Chávez, a su primer círculo íntimo, cuando él estaba trabajando para dar el golpe de Estado que fracasa. Hablé con todo ese movimiento conspirativo y ellos dan detalles. La amante me da cartas que él escribía a su bruja, se intercambiaba con la primera bruja que ya falleció, era la hermana de la amante, esa relación es un poco novelesca…
Entrevisto también a su ministro de la Defensa, que en aquel momento ya estaba preso y hoy sigue preso, lo que pasa es que ahora está incomunicado y en esos momentos sí pude acceder a su celda y entrevistarlo…
Bueno, todo ese círculo conspirativo relataba con mucho detalle cómo Hugo Chávez celebraba esas sesiones de espiritismo, que le entraba el espíritu de Maisanta, que era su bisabuelo, que fue algo así como un guerrillero conocido, relataban como era Miraflores…
Y, digamos, la cúspide de la investigación es cuando yo entro al Palacio Presidencial, ese salón que me comentó ese primer babalao…y veo el ancla. Ahí es cuando confirmó que todo lo que me habían contado era verdad. Ya lo veo y lo fotografío, incluso entrevisto a la gente que vive en Miraflores y ya me sorprendo.
Yo pensaba que iban a ocultarlo…Y no no, te lo reconocen sin ningún rubor: “aquí hacemos sesiones espiritistas”. Entonces te das cuenta que eso que antes sí se ocultaba, que era mucho más secreto, llega un momento en el que ya…Bueno, si cuando murió Chávez se hacían rituales en La Habana para su sanación, y eso se retransmitía y se explicaba en qué consistía el ritual para sanar a Hugo Chávez.
Hacían rituales desde Cuba en vivo y en directo. Es decir, eso que en un principio era un rumor, “Chávez está en la santería, está rodeado de babalaos cubanos, hacen sacrificios de animales en Miraflores…”Todo eso era como un rumor muy oculto, algo de lo que no se podía hablar y al final de sus días se transmitía por televisión.
“No sé si eso funciona o no funciona. Pero ellos están convencidos de que eso les funciona para mantenerse en el poder”
De esa importante labor de investigación que llevó para escribir sus libros, ¿hubo algo que le sorprendiera especialmente?
Lo del ancla fue simplemente una simbología de reconocer que ellos reconocían eso abiertamente, pero como digo luego fueron los propios custodios comentándome, había un libro de visitas donde todos ellos relataban la experiencia extrasensorial. El propio Nicolás Maduro la describe en un libro de visitas que yo pude leer y tocar.
Toda esa simbología que en algún momento estaba oculta…ya nadie la ocultaba. Todo el mundo lo admitía. Como he dicho, desde canales del Estado se emitían los rituales santeros que se hacían desde Cuba para la sanación de Hugo Chávez y se enseñaba para la gente que no conocía el tema de la santería, explicando quién era Oshun, quién era Yemayá…
El mismo acto que hicieron desenterrando los huesos del Libertador. Ahí si tuvieron un poco más de pudor y lo vendieron como un acto científico para determinar de qué murió realmente. Pero fue un acto hecho a las tres de la madrugada…en el que Chávez habló con los huesos, estableció un diálogo místico con Simón Bolívar. Eso también fue un sumun de deliro, entre dictatorial y sobrenatural, que representa, en sí mismo, el delirio al que llegaron ellos para mantener el poder.
No sé si eso funciona o no funciona. Pero ellos están convencidos de que eso les funciona para mantenerse en el poder; los rituales en monumentos del Estado…Había un movimiento subversivo para derrocar al Gobierno, bueno, a eso que está ahí, en el año 2017 creo. Y uno de los planes, a nivel simbólico, era destruir con dinamita un monumento donde se sospecha que hay brujería chavista. Dentro de la estatua de María Lioza.
Pues resulta que Diosdado Cabello dio una locución, casi aterrado, diciendo que cómo era posible, que no iban a poder con ellos, que querían derribar a María Lioza para destruir su poder…Realmente cuando escuchas a un líder político del chavismo importante admitir esas cosas ya por televisión…Ya dije «bueno».
Se está reconociendo abiertamente lo que antes, sobre todo cuando Chávez vivía, se ocultaba. Aunque es verdad que él ni lo negó ni lo admitió. Él hacía muchos guiños a esas cosas. Por ejemplo cuando salía en televisión con su collar santero, visitaba al obispo de San Cristóbal con sus collares santeros y sus babalaos cubanos…Es decir, llegó a unos niveles de atrevimiento importantes.
Pero luego de su muerte hubo diputados abiertamente chavistas que admitían ya por primera vez que ellos sí pertenecían a la santería cubana y hacían rituales, y en los lugares emblemáticos de la nación hacían su brujería para mantenerse en el poder.
A mí me sorprendió ese nivel de aceptación al que se llegó con ese tema. Nicolás Maduro es un poco menos evidente, no quiere hablar del tema. Aunque sí admite que es devoto de Sai Baba, ese gurú espiritual de la India que murió en 2011 y que decía que era Dios en la tierra, la reencarnación de Jesucristo.
Sai Baba era de Puttaparti, que yo visité. Y también Nicolás Maduro, Cilia Flores y todo el séquito presidencial. Puttaparti era un lugar de peregrinación donde la gente creía que estaba hablando y tocando a Dios.
Y Nicolás Maduro se creyó que los relojes que le hacía un hombre que con el girar de su mano te fabrica un reloj o un anillo…Maduro creía que realmente estaba ante un acto de magia. Esa es la persona que gobierna Venezuela.
¿Es supersticioso? ¿Ha sentido inquietud a través sus investigaciones con todo lo que ha tenido que ver, leer y escuchar?
(Ríe) En Venezuela esta pregunta era recurrente y no pensaba que un periodista español me la haría. Ustedes aquí tienen menos conexión con esas realidades, o creen mucho menos en esas cosas.
En algún momento llegué a dudar sinceramente si habría algo. Por el nivel de convencimiento que ellos tienen…Las preguntas trascendentales siempre las vamos a tener. Pero al nivel de ellos yo siempre me preguntaba si por algún motivo, incluso a lo mejor por efecto placebo, eso les funcionaba. Porque la convención que ellos tienen…no tienen límites en matar a lo que sea, hacer un ritual con cualquier animal en el Palacio Presidencial, ese tipo de cosas…Que matan a una cunaguaro del zoológico para hacer un ritual con su pata.
Esas cosas tan extremas a las que ellos llegan con tal de mantenerse en el poder. A lo mejor algo les tiene que funcionar. Pero efectivamente eso estaba fuera del trabajo que estaba haciendo periodísticamente. Evidentemente nunca se va a comprobar si eso les funciona o no.
Lo que sí se va a comprobar y está comprobado es que ellos están convencidos de que les funciona.
Ha dicho que sus libros han sido muy leídos en Venezuela, ¿le sorprende?
No me sorprendió que se leyera tanto porque Venezuela es un país muy supersticioso. Esa historia nunca había sido contada desde el punto de vista periodístico. Sí se habían contado rumores o cuentos, que luego llegué a comprobar que eran verídicos. Otros es verdad que eran invenciones, sobre bases reales todas.
Hubo exageraciones y demás, pero la propia realidad llegó a superar la ficción. Yo nunca había escuchado que había un salón de la brujería en Miraflores. Sí había escuchado que ellos esparcen polvos adormecedores por Caracas para dormir a la población. Y que cada vez que protestan les rocían esos polvos con un helicóptero y entonces la gente duerme y vuelve a la pasividad y a tranquilidad. Eso creo que forma parte de la invención, aunque te digo una cosa, no descarto que lo hayan hecho tampoco…
Sabemos que en España hay muchos exiliados políticos pero, ¿acoge España más afines al régimen chavista de los que nos pensamos?
Por supuesto, pero encubiertos todos. Hay mucho inversor anónimo que está lavando mucho dinero. Ellos le llaman guardaplata. Hay mucho testaferro de poca monta, de mediano alcance y también de alto impacto, por ejemplo Alejandro Betancourt. Un hombre que puede tener una fortuna superior a los mil millones. Casi nada
Cuando oigo que Europa dice que va hacer un esfuerzo enorme para gastar dos mil millones de euros para vacunar a toda la población europea, pienso en que sólo un chavista, el tesorero de la nación, que era guardaespaldas de Hugo Chávez, admitió que había robado mil millones. Y es lo que admite. Si admite eso imagínate lo que robó. ¡Y sólo uno!
Hay una extensísima red…La enfermera que está aquí, también con el marido, que era otro guardaespaldas de Hugo Chávez. La mujer era enfermera y luego también fue tesorera de la nación. El bolichico que compró ‘Hawkers’, Alejandro Betancourt, que compró un castillo al expresidente de la CEOE. O Nervis Villalobos y toda su gente, ahí hay otra fortuna…
Esos son los conocidos, los grandes. Aquí, sólo imputados por la Audiencia Nacional, debe haber más de cien. Luego los que no han sido ni detectados por la Justicia. Imagínate cuántos más habrá.
“Con la emigración hemos recuperado lo mejor de lo que fuimos”
A través de sus redes sociales realiza una gran labor de apoyo a la comunidad venezolana en España. ¿Quiere mandarles un mensaje?
Madrid está llamada, junto con Miami, a ser la gran capital venezolana en el exilio. Miami en América, Madrid en Europa y tal vez Bogotá en Sudamérica. Esas son las tres grandes capitales del exilio venezolano.
Pero Madrid es una plaza muy importante. Aquí están llegando, o llegaban hasta la Pandemia, cerca de 100.000 solicitantes de asilo cada año. Cuando se abran las fronteras de nuevo y se normalice todo van a seguir llegando muchas personas.
El llamado que hago es a que recuperemos lo mejor de lo que nosotros fuimos antes de que nos cayera esta peste llamada chavismo. Y que recuperemos nuestros valores esenciales, que hemos ido perdiendo como sociedad. Esa es quizá una de las consecuencias más negativas del chavismo. Nos hemos convertido, cada vez más, en una sociedad más conformista, que queremos siempre la ayuda, el subsidio…
Y creo que con la emigración hemos recuperado lo mejor de lo que fuimos. Una sociedad muy emprendedora. De hecho aquí en Madrid, no sé hoy con la Pandemia, pero hemos tenido una época donde ha habido más de 300 restaurantes regentados por venezolanos.
Sin duda alguna somos la comunidad extranjera más emprendedora de España, la que genera más puestos de trabajo, donde se quieren crear más negocios y quieren salir adelante. No queremos ser funcionarios apalancados en el mismo puesto toda su vida, viviendo del Estado. La emigración nos ha hecho despertar ese espíritu emprendedor, lo mejor de lo que tuvimos.
No sólo emprendiendo, también los venezolanos jóvenes que están intentado formarse, que trabajan en ‘Glovo’ y que estudian, que homologan sus títulos y que prácticamente estudian de nuevo las carreras de Medicina…Creo que ha sacado lo mejor de nosotros mismos.
Y lo que también tenemos que hacer es aprender de esta sociedad donde las leyes se respetan mucho más, donde el respeto al otro es muy importante, y por eso cuando hay un semáforo en rojo la gente se para, cuando hay una fiesta en la casa no es muy ruidosa…Porque hay un respeto hacia el otro.
Ese es uno de los pequeños y grandes aprendizajes que tenemos que adquirir en nuestra estadía, que no sabemos si va a ser larga o corta, en este país, para cuando regresemos ayudar a la reconstrucción con lo mejor de lo que hemos aprendido aquí.
Otro de los grandes aprendizajes es que aprendamos del trabajo del camarero, del repartidor, de la mujer que limpia en una casa y puede ser una psicóloga, del muchacho que te lleva una comida y puede ser un médico…Es una lección colectiva de humildad que nos está dando la vida para que cuando regresemos nosotros podamos respetar esos trabajos más básicos en Venezuela. Pues somos una sociedad que ciertamente hemos padecido el clasismo como problema. Somos una sociedad con muchas brechas.
Creo que esta experiencia en la que un joven que ha sido bien formado y es de buena familia, que puede ser médico o arquitecto y ahora ha tenido que ser repartidor o camarero, o cuidar de una persona mayor…Eso nos ayuda, es una gran lección de humildad que nos convertirá, Dios mediante, si regresamos en una mejor sociedad.
Imagino que esa labor le brinda gran reconocimiento entre los suyos. Pero ¿se ha visto envuelto en problemas en España por su marcada posición en según qué temas?
Puedo contarlo pero no lo publiques (Ríe).
¿Queda bravura en España?
Creo que sí queda, pero menos.
¿Qué sería lo más parecido al Infierno para David Placer?
Dentro de la realidad terrenal que conozco, una cárcel en Venezuela. Eso no es lo más parecido al Infierno. Eso es el Infierno en la Tierra.
¿Y al Paraíso?
Una selva venezolana bañada de cauces de ríos profundos, amplios y anchos. Con una naturaleza exuberante. Y donde nunca haya llegado ningún chavista.
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