¡A Cibeles!

Ayuso Reina Madrid

ADOLFO GARCINUÑO GIL

Y al fin los madrileños acudieron a las urnas. Nunca antes unas elecciones autónomas tuvieron tanto interés, ni importancia a nivel nacional. Tuvo algo que ver el boicoteo por parte del Ejecutivo en la gestión de la Comunidad de Madrid desde el estallido de la pandemia, la crisis económica o la manipulación en cuanto al número de fallecidos; pobres aquellos que no son contados, pero bueno para el Gobierno serían un simple número, como otros tantos.

Ganó la libertad. ¡Oiga señora que no lo digo yo, que lo dice el cartel electoral!

Hay una realidad que las personas tenemos que aceptar; y es que el tiempo pasa para todos, también para el revolucionario español. Su llegada supuso un punto y a parte en nuestras vidas. Algo cambió en el tono y las formas, en lo que estaba permitido hacer y en lo que no. Nunca antes la Historia estuvo tan manipulada.

El tiempo pasó y nuestro revolucionario ya no es el chaval que, acampaba en la Puerta del Sol, prometiendo a sus camaradas el oro y el moro. Su asalto a los cielos se topó con un chalecito en la sierra, su oro, desde el que ahora anima a la revolución desde el salón, su moro. Con sus 3 comidas diarias, claro. El comunismo; el Libro Rojo; los gulags y la madre que los crió a todos.

Víctor Iván Frankenstein Redondo calculó mal los efectos secundarios de la moción de censura murciana y los planes del laboratorio de la Moncloa, fueron desbaratados por Ayuso en una mañana. Esta vez los intereses de un partido no estuvieron por encima de los intereses de España.

A Sánchez, obsesionado con ejercer de candidato de la oposición a Ayuso, no le funcionó hacer coincidir, los fondos europeos de recuperación o el plan de vacunación, con la campaña madrileña. Tampoco el francocomodín: ya saben; en esta España de hoy , estar más pendientes del pasado que del presente, es éxito asegurado.

Mientras la libertad iba a Mercamadrid a interesarse por los trabajadores, y éstos se volcaban en aplaudirla, el socialismo estaba pensando en desenterrar muertos y cómo enterrar a los vivos en impuestos, cuando no en utilizar la covid como arma electoral. Qué repugnancia, se está muriendo gente.

La pesadilla del sanchismo se ha hecho realidad: los españoles han visto que existe una alternativa a planes maquiavélicos; planes revolucionarios; y a planes independentistas de pistolas y urnas ilegales.

Recordemos que España se ha abonado a elecciones permanentes y dentro de 2 años se volverán a celebrar elecciones. ¡Hagan sus apuestas!

Pd; los tabernarios están muy hartos. España le debe una caña y dos y tres a Isabel Natividad Díaz Ayuso.


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