Memoria caedis

Memoria Miguel Ángel Blanco

ADOLFO GARCINUÑO GIL

Hay medio siglo de la Historia de España que son inseparables de la huella del terror. Entre el 7/06/1968 –José Antonio Pardines– y el 30/07/2009 –Carlos Sáenz Tejada, Diego Silva– distan 41 años y casi un millar de muertos y heridos. Una de esas víctimas mortales, la protagonista de nuestra historia, fue asesinado vilmente hace 24 años por la organización terrorista ETA. Miguel Ángel Blanco Garrido.

Nuestro protagonista se metió en política porque quería un polideportivo para su pueblo. ¿Alguien sabía que nuestro héroe, durante su secuestro, se quitó las lentillas para que sus ojos no se resintieran? Sus manos atadas, el sonido de una pistola. El dolor de una familia, las manos blancas de un país. 48 infernales horas. El antes y después de un país cansado, el demostrar a unos pocos que una sociedad no se iba a arrodillar ante la barbarie terrorista.

Como sociedad y como país, para afrontar el futuro, no podemos olvidar el pasado. El desconocimiento, entre la población más joven, sobre Irene Villa, Gregorio Ordoñez u Ortega Lara, me asusta. No se puede ceder en el recuerdo porque no se puede equiparar a un asesino con su víctima, menos olvidarla. El acercamiento de criminales a cárceles cercanas a sus hogares, que este año España ha vivido, no ha hecho sino profundizar el dolor de las víctimas del terrorismo.

El 10 de julio de 1997 un padre se entera, al llegar de trabajar, que su hijo ha sido secuestrado por la banda terrorista ETA, que exige para su puesta en libertad el acercamiento, a cárceles cercanas al País Vasco, de presos de dicha organización terrorista; ese mismo día España inicia largas jornadas de vigilia y peregrinaje, pidiendo paz y justicia. Nuestro héroe fue el mayor agitador de las manifestaciones más grandes que ha habido en la Historia de nuestro país; y no llegó a saberlo. ETA quitó tanto, que quitó hasta el miedo a una sociedad a decir ¡Basta ya! El 13 de julio de 1997, al filo de la hora de comer, una madre no tenía cuerpo para ello, estaban asesinando a su hijo.

En julio de 2021 todavía hay 379 asesinatos por resolver, todavía hay gente que es increpada a su paso por los parques, playas o bares. Por eso ¡Basta ya!

Hoy Ermua tiene un polideportivo al que dieron el nombre de Miguel Ángel Blanco, su sepultura fue intentada profanar varias veces, motivo por el que su familia decidió que sus restos mortales descansaran en paz en un cementerio gallego. Memoria. Dignidad. Justicia.


Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: