Supervivencia

Supervivencia

ADOLFO GARCINUÑO GIL

“El sanchismo es el tránsito de épocas a servicio de intereses electorales_Botifler Sánchez–. Es de la única manera que podemos entender el nuevo curso en el que estamos sumidos.

Al sanchismo se le da mal la gestión del presente por eso siempre ha de estar mirando al pasado: más concretamente, a la Guerra Civil mecanismo de deslegitimación de la derecha por excelencia; o asomado a una colina pendiente de los hechos venideros: si existiese un lugar, como en la Antigua Grecia, llamado Delfos donde hubiese un Oráculo, Sánchez sería su mejor cliente.

La modernización, o sea 2050, es la nueva época a servicio del interés electoral de Sánchez, no sin dejar de mirar de reojo a 1936. Digitalización; ecologismo; recuperación social. El sanchismo tiene que empezar una nueva era con la mínima vinculación con el pasado: Ábalos; Calvo; Redondo, las viejas glorias sanchistas fueron defenestradas, son un pasado que Sánchez quiere borrar de la cabeza de los españoles, al igual que la gestión de la pandemia, la crisis migratoria o los indultos. Repaso a parte del jefe de los jueces, Carlos Lesmes, en su discurso de apertura del nuevo curso judicial, me imagino a Sánchez desde su todo poderoso despacho presidencial no parando de apretar la mandíbula.

El desprestigio institucional del que es capaz SuperSánchez no tiene límites, el cálculo partidista con el que maneja los pilares del Estado, hasta incluso en aquellos en los que no tiene autoridad, como es el Poder Judicial, amenaza largos inviernos, a lo Juego de Tronos, si la oposición no termina, o empieza, de hacer cargas como en la Batalla de los Bastardos.

Empieza un nuevo curso y en España suena a todo trapo Highway to Hell –AC/DC–.No sé por qué me pica la nariz que la primavera pasada va a ser un anuncio a lo que nos espera este año. Que si a una ministra de Igualdad le dicen en una entrevista: “tiene un coño como esta mesa de grande”, y ésta contesta: “es un piropo muy bonito’’. Que si un ministro del Interior echa por tierra el trabajo de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado. Que si, en otra entrevista, a un presidente del Gobierno se le ocurre decir: “hemos vacunado a todo el mundo sin preguntar lo que votaban”…

Mientras tanto, el precio de la luz no para de subir, tanto que, cada día, su precio –cuando se escriben estas líneas se alcanzan los 153,43 € por megavatio hora– supera un nuevo récord. No había caído que el precio de la luz de las casas ocupadas lo pagan quienes se han quedado sin casa.

En fin, dice el refrán español: “mismo perro con distinto collar”. En la Moncloa la vida sigue igual, unos llegan y otros se van. Pero todo sigue igual.

Pd: continuará.


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