Cuando una barra de pan costaba doscientos mil millones de Marcos

Inflación

(Fuente de este título: Jesús G. Barcala, Ciencia histórica)

JOSÉ MARÍA AIGUABELLA AÍSA

La gran Guerra toca a su fin. El mes de noviembre de 1918 va a contemplar importantes novedades en la derrotada Alemania. La opinión pública se volvió en contra del poder establecido, considerando al Kaiser, Guillermo II, cabeza del gobierno de la derrota

A primeros de noviembre, cuando en la Conferencia de Versalles se iban vislumbrando las líneas generales que los vencedores iban a imponer a Alemania, dieron comienzo  los amotinamientos revolucionarios contra el gobierno: los sucesos de Kiel, donde la flota imperial se amotinó; En Munich y por extensión en Baviera se proclamó la república; Berlín fue escenario de una huelga general. En estas circunstancias el Kaiser Guillermo II abdicó. El 9 de noviembre de 1918, era proclamada la República, que más tarde fue conocida como de Weimar, con un régimen pretendidamente democrático que pronto naufragó en medio de la inestabilidad política y del  hundimiento económico.

El Tratado de Versalles concretaba las duras condiciones que Alemania no tuvo otra opción que aceptar. Entre otras: Debía entregar a Francia las regiones de Alsacia y Lorena; las colonias de Alemania quedaban bajo control de la Sociedad de Naciones (Reino Unido y  Francia entre otros se ocuparon de su administración); Las reparaciones de guerra: Alemania tenía que pagar 132.000 millones de marcos (2,8 veces el PIB de Alemania antes de la guerra) en reparación de los daños causados a los vencedores. 

Estas condiciones provocaron en el pueblo alemán un sentimiento de humillación y ruina, que se manifestó en forma de movimientos de corte revolucionario. El nuevo gobierno republicano quedó estigmatizado porque había firmado esas onerosas condiciones. Ante tales circunstancias, el gobierno hubo de trasladarse a Dresde y el parlamento a la ciudad de Weimar, donde se redactó la Constitución de la República Alemana. De ahí que tanto a la República como a su Constitución se les conozca con el nombre de esa ciudad. En Baviera y especialmente en Múnich, encontraron fuerte eco las proclamas de los enemigos de las instituciones democráticas. 

Alemania había salido de la guerra con una enorme deuda pública en bonos oficiales. El modo imprudente con que el Ministerio de Finanzas permitió la expansión del crédito y la emisión y circulación desmedida de papel moneda terminó conduciendo irremediablemente al derrumbe del marco alemán y al aumento de la inflación. Alemania sufrió  entre 1918 y 1924 una grave crisis económica. 

Estos datos resultan muy elocuentes para comprender la magnitud de la hiperinflación en Alemania entre 1918 y 1923:

1913Un marco alemán valía 2,38 dólares estadounidenses
1918Un marco alemán valía 7 centavos de dólar 
1922100 marcos alemanes valían 1 centavo de dólar

1923
1º 4.000 millones de marcos costaban 7 dólares

2º Una comida para dos personas en restaurante costaba 1.500 millones de marcos, más 400 millones de propina 

3º El Banco Alemán emitía diariamente papel moneda por valor de 4.000 cuatrillones de marcos
Fuente: P. JOHSON, Tiempos modernos, p.166

Un periódico que costaba 1 Marco en mayo de 1922, se ponía a la venta en noviembre de 1923 por 70 millones de Marcos;  a los trabajadores se les pagaba dos veces al día y se les daba una pausa para que pudiesen ir a comprar bienes antes de que el dinero perdiera aún más valor. El dinero se convirtió en papel mojado, por lo que  la población, cuando le era posible, prefería practicar el trueque.

Los pequeños ahorradores y los inversores en bonos del Estado lo perdieron todo. Los terratenientes y los industriales liquidaron sus hipotecas y pagaron sus deudas con una moneda que había perdido todo su valor, siendo los grandes beneficiados con una de las más grandes transferencias de riqueza. 

El pueblo alemán, incluidos los perjudicados, atribuyeron la culpa de su desgracia al Tratado de Versalles y a los «especuladores judíos».

Como es natural, una catástrofe de tal magnitud iba a tener consecuencias políticas. A saber:

  • Se formó una «gran coalición» de gobierno que reunía desde los socialdemócratas hasta la derecha. Solo duró cien días.
  • Llegó a declararse el estado de emergencia.
  • Los comunistas iniciaron un levantamiento en Sajonia.
  • Hitler planificó apoderarse de Baviera. El 8 de noviembre de 1923 sus «camisas pardas» rodearon una cervecería en Múnich, en la que el gobernador de Baviera, Gustav von Kahr estaba pronunciando un discurso. Tomaron rehenes, y se dispusieron a formar un nuevo gobierno dictatorial, presidido por Hitler. Este hecho es conocido como el “putsch de la cervecería”. A continuación, marcharon sobre la ciudad, siendo frenados por la policía, que hizo uso de las armas de fuego.  Hitler  fue arrestado y condenado a cinco años de cárcel en la prisión de Landsberg, donde solo cumplió 9 meses, rodeado de atenciones y recibiendo visitas sin límite alguno. 

Entre 1924 y 1929 tuvo lugar la «era Stresemann», en la que Alemania consiguió acabar con la hiperinflación. Se creó un nuevo marco; se suspendió la impresión de moneda y se redujeron los gastos oficiales. Estas medidas abrieron paso a cinco años de expansión económica y estabilidad política.

Todo volvió a complicarse a partir de la Gran Depresión de 1929. Los préstamos de Estados Unidos dejaron de llegar; miles de trabajadores quedaron en el paro y miles de pequeñas empresas quebraron. Hitler comprendió que para hacerse con el poder y establecer su dictadura debería servirse momentáneamente de la democracia. 

El partido nazi rentabilizó al máximo el agravamiento de la depresión económica, ganando apoyo rápidamente reclutó en sus filas a miles de funcionarios públicos despedidos, comerciantes y pequeños empresarios arruinados, agricultores empobrecidos, trabajadores decepcionados con los partidos de izquierdas y a multitud de jóvenes frustrados y resentidos que habían crecido en los años de la posguerra y no tenían ninguna esperanza de llegar a alcanzar cierta estabilidad económica. 

Las calles alemanas se convirtieron en sangrientos campos de batalla entre comunistas y «camisas pardas» (SA). Éstos últimos se postularon como la única fuerza capaz de frenar la revolución comunista.

He aquí la evolución electoral del partido nazi:

AÑO DE ELECCIONESRESULTADOS OBTENIDOS POR EL PARTIDO NAZI
1928800.000 votos
19306,5 millones de votos

1932 (Julio)

13.7 millones de votos
El presidente de la República, Hindenburg ofreció a los nazis formar parte de un gobierno de coalición.Hitler rechazó la oferta y reclamó gobernar en solitario.El Parlamento (Reichtag) se disolvió y se convocaron elecciones.

1932 (Noviembre)

11,7 millones de votos
El partido nazi pierde votos, pero sigue siendo la fuerza más numerosa del parlamento, aunque no tiene mayoría.El presidente Hindenburg, nombró canciller a Hitler en enero de 1933. 

Por la Ley de Poderes Especiales del 23 de marzo de 1933, todas las facultades legislativas del Reichstag fueron transferidas al gobierno. Este decreto otorgó a Hitler poderes dictatoriales por un periodo de cuatro años y representó el final de la República de Weimar. El 1 diciembre de 1933 se aprobó una ley por la cual el partido nazi quedaba indisolublemente ligado al Estado. Comenzaba el Tercer Reich, que la propaganda afirmaba duraría mil años.

«La inflación es la madre del paro, y la ladrona invisible de los que han ahorrado»

Margaret Thatcher

Publicado por José María Aiguabella Aísa

El Profesor.

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