«Dile a mis amigos que morí como buen vasco, amando la integridad de España y su imperio» Blas de Lezo
«Una nación no se pierde por que unos la ataquen, sino porque quienes la aman no la defienden» Blas de Lezo
Corría marzo de 1741, Felipe V había establecido en el trono de España la dinastía de Borbón, que a la sazón reinaba también en Francia, hecho por el cual las relaciones de secular enemistad, entre ambas naciones, derivaron en mutua colaboración, con algunos disgustos para España, frente a Inglaterra, enemigo común.
El 7 de septiembre del mismo año moría en Cartagena de Indias (Colombia) el almirante español, Blas de Lezo, nacido en Pasajes (Guipúzcoa), considerado uno de los mejores estrategas dela Armada española.
Inglaterra aspiraba al monopolio de los mares, para lo cual debía hacerse con el control de las provincias españolas en América. España, que todavía era una potencia, aunque venida a menos, era el enemigo a batir en aquella parte del mundo. El plan inglés tenía como objetivo prioritario la conquista de Cartagena de Indias, dado que era un lugar estratégico para sus fines: llave del Imperio, centro de comunicaciones entre los virreinatos de Nueva España (México) y Perú, así como puerto marítimo desde el que se enviaban a la península las remesas de oro y plata. El plan diseñado por los ingleses pretendía fracturar en dos el mapa de los virreinatos españoles, aislar a México de Perú, obstruir la comunicación de la América española con la península, además de establecerse como fuerza hostil en el centro del Imperio español.
Inglaterra preparó una auténtica Armada Invencible organizada al mando del almirante Vernon, que acometió el ataque confiado de su rotundo éxito, supuestamente garantizado por la superioridad de sus medios con respecto a los que disponían los defensores de la plaza.
La defensa de Cartagena de Indias estuvo dirigida por el almirante Blas de Lezo, hombre de valentía inteligente, conocido como «el medio hombre» porque, a lo largo de su larga carrera naval, había sufrido la pérdida de una pierna, la movilidad de un brazo y la vista de un ojo. En este estado hizo frente al ataque con una desproporción de medios que hacían temer lo peor:
ARMADA INGLESA | LOS RECURSOS DE ESPAÑA IN SITU |
29 navíos 12 fragatas 139 buques 3.000 piezas de artillería 23.600 hombres | 6 navíos 990 piezas de artillería 2.830 defensores |
Era tal su superioridad que en Inglaterra daban por segura la victoria. El monarca, Jorge III, mandó acuñar, por adelantado, monedas conmemorativas de una victoria que dio por conseguida prematuramente. En la moneda se representaba a Lord Vernon de pie y a Blas de Lezo de rodillas bajo el lema: «El orgullo de España humillado por el Almirante Vernon». Lezo, demostrando una gran audacia e ingenio, supo optimizar sus escasos recursos para infringir la mayor derrota de la Armada inglesa hasta ese momento. A saber:
Dispuso obstáculos para impedir la entrada en puerto al enemigo. Colocó las piezas de artillería sobre rampas, lo que permitía adaptar el tiro a las necesidades del combate. Ideó un proyectil que encadenado a dos bombas potenciaba los efectos del cada lanzamiento.Hizo excavar trincheras en zig-zag que permitían disparar desde distintos ángulosProtegió los huecos de las almenas con sacos terreros para amortiguar los cañonazos de los ingleses.Elevó la altura de la muralla rebajando el suelo mediante una zanja, de modo que inutilizaba las escaleras con las que los ingleses asaltaban, al quedarse cortas. Aprovechó su conocimiento del clima tropical para debilitar definitivamente al enemigo. La imprevisión de Vernon, que poseído por la prisa ante la escasez de alimentos, fue dejando sin enterrar los cadáveres de sus soldados. El clima propiciaba que los cuerpos entrasen en putrefacción rápida, provocando una epidemia de peste entre las filas inglesas. Esta situación permitió que hubiera una proporción más equilibrada de fuerzas entre ambos ejércitos. |
Las tropas inglesas, fracasado su intento de conquista y afectadas por el hambre y la enfermedad, terminaron desistiendo retirándose en huida.
El resultado fue demoledor para los ingleses:
Bajas humanas | 3500 muertos en combate.2.500 fallecidos por enfermedad.7500 heridos en combate. |
PérdidasMateriales | 50 barcos.1500 cañones |
Al conocerse en Inglaterra la estrepitosa derrota sufrida por su Invencible, las autoridades corrieron a retirar y destruir las monedas conmemorativas de una victoria que nunca llegó y activaron una férrea censura para que el hecho no llegase a conocimiento del pueblo, quedando prohibido hablar y escribir al respecto.
Contrasta la comparación con el tratamiento público que, de la Invencible que Felipe II envió contra Inglaterra en 1588, se hizo en España, sobre la cual se vertieron críticas, ironías y rechiflas, cosa que Inglaterra la censura impidió.
Blas de Lezo fallecía en Cartagena de Indias, sin haber recibido reconocimiento alguno por su gesta. El gobernador del lugar, Sebastián de Eslava, había enviado a Felipe V informes difamatorios sobre Lezo, con el fin de atribuirse él la victoria. El rey, dio credibilidad a tan traidores embustes y la memoria del insigne marino quedó ninguneada durante muchos años.
Los españoles y muchos europeos tienen conocimiento del fracaso de la Armada Invencible de Felipe II. No sucede lo mismo con la Invencible inglesa y su fracaso estrepitoso en su abordaje a la América española ante Cartagena de Indias, que ha permanecido oculta y ninguneada para el conocimiento del gran público. Hoy no se menciona nada al respecto en los libros de texto ingleses. Lo más lamentable es que tampoco aparece en los españoles. Hechos y realizaciones de la historia de España como este se han ocultado, sometidos a la ley del silencio, mientras que se repiten, unas veces teñidos de ignorancia y otras de maldad, los tópicos de la leyenda negra.
La ley del silencio «consiste en hacer invisible todo logro cultural, científico o social del mundo católico al mismo tiempo que se resalta continuamente lo que se produce en el mundo protestante, de tal manera que los primeros parezcan un hecho excepcional y los segundos, un hecho excepcional…»
M.M. ROCA, Imperiofobia y leyenda negra.
«Decidle a Vernon que para venir a Cartagena es necesario que el rey de Inglaterra construya otra escuadra mayor, porque esta sólo le ha quedado para conducir carbón de Irlanda a Londres, lo cual les hubiera sido mejor que emprender una conquista que no pueden conseguir»
Blas de Lezo
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