Llevo tiempo sin ofrecerles nada, la vida es maravillosa y caprichosa, me mantuvo ocupado. A ello sumémosle que la pereza llamó a la puerta y abrí encantado -qué le vamos a hacer, ¿verdad? -. Bueno, hoy de piolines va el asunto, el repeinado de la Moncloa vuelve a ofrecer una escena cuanto menos grotesca.
Imagino que habrán visto al payaso que tenemos por presidente -es lo más sutil que se merece- escupir sobre los que le cubren las espaldas cada vez que va a un evento -dónde es abucheado, por cierto- o cuando está en el Congreso mintiendo descaradamente -como hace siempre-. El famoso personaje de los Looney Tunes que ya acaparó portadas en 2017, ha vuelto a hacerlo durante el Pleno del Congreso de los “Disfrutados” el día de hoy.
Por si no le ha quedado claro, señor Sánchez, le repito: Es usted un sinvergüenza, pero eso le da igual -si le tuviera delante, me estaría regalando esa sonrisa de imbécil a la que nos tiene acostumbrados-. Le da igual todo lo relacionado con su patria, le da igual el españolito, todo en general. Sólo le preocupa llevar bien colocado el cabello, salir guapete en las fotos y que sus sábanas sean las de la Moncloa cuando va a dormir.
No sé si habrá olvidado -imagino que no, pero le da igual todo- quienes estuvieron achicando agua de una barcaza que se hundía a pasos agigantados. En ella estaban la Constitución y la dignidad de un país actualmente en sus horas más bajas. Todos aquellos “piolines” se encargaron de que usted y yo gocemos en este preciso instante de paz. Bueno -siendo francos-, aunque a usted le traiga sin cuidado todo, imagino que algo de mella hará toda la bazofia de la que se está rodeando y el peso de saberse la mayor vergüenza que ha pasado por la presidencia de este país -mucha paz no habrá en su interior-.
Antes de continuar, aunque vaya a ser breve la cuestión de hoy…estimados, es hacia ustedes a quien me quiero dirigir y hasta ahora parecía una carta al estulto de la Moncloa. Imagino que habrán visto el intento fallido de recogida de cable por parte del sinvergüenza de Marlaska -otro que también se las trae-, para escuchar posteriormente a los juntaletras de la “Secta” tratar de suavizar advirtiendo que el repeinado se refería al Piolín -barco de pésimas condiciones dónde se hospedaron nuestros estimados uiperos-, pero nadie les ha creído como es lógico.
Igualmente se ha llevado parte de protagonismo, pero caminado por el sendero adecuado, Arrimadas, que pedía lavarse la boca con jabón a los sinvergüenzas de la bancada socialista antes de hablar así de “nuestra policía” quienes nos protegieron frente a la vorágine casposa de independentistas que procedieron ilegalmente. El Partido Popular también hizo lo propio.
¿Saben qué es lo peor de todo? Que hemos normalizado estas sinvergonzonerías, nos resulta llamativo, pero no hacemos nada.
Realmente no tengo mucho más que contar al respecto que no sepan ya. Eso sí, orgulloso de nuestros “piolines”.
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