Pío XII: ¿cómplice del régimen nazi?

Pío XII: ¿cómplice del régimen nazi?

JOSÉ MARÍA AIGUABELLA AÍSA

“Hay algo más alarmante que los silencios de Pio XII, son los silencios sobre Pio

Alexis Courvers

¿Por qué fue atacado sesenta años más tarde? Habrá que buscar la causa en otra parte.

El género de ficción histórica, caracterizado por incurrir en simplificaciones simplistas, ha difundido la idea de que la Iglesia adoptó una actitud indiferente frente al Holocausto y que el Papa Pio XII fue cómplice del régimen nazi. A su divulgación contribuyeron, de manera significativa, la obra teatral, El vicario, estrenada en 1963, así como la película, Amen, de 2002. La apertura de los archivos del Vaticano permitió la publicación de las Actas y Documentos de la Santa Sede relativos a la Segunda Guerra Mundial, que han contribuido al conocimiento histórico que enmienda la ficción. En ese sentido hay que citar la obra de V. Cárcel y J. Shenck, Pio XII, defensor de los judíos, Edicep, 2002.

Eugenio María Giuseppe Giovanni Pacelli nació el año 1876 en Roma, siendo ordenado sacerdote el 2 de abril de 1899. Tras prestar distintos servicios a la Iglesia como sacerdote, nuncio apostólico en Baviera y  obispo de Sartes, se ocupó, desde 1930, de la  Secretaría de Estado, durante el pontificado de Pio XI, a quien sucedió. 

En 1933, Hitler accede a la Cancillería de Alemania. En ese primer momento adopta un talante conciliador y se muestra favorable a establecer un concordato con la Santa Sede, que se firmó en julio de 1933. Este tratado permitía a la Iglesia disponer de un acuerdo al que aludir en caso de incumplimiento. La violencia nazi, desatada a partir del año 34,  también afectó los católicos alemanes.

El 2 de marzo de 1939, en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, Eugenio Pacelli sucede en el papado a Pio XI, con el nombre de Pio XII.

La situación de la Iglesia, amenazada por el avance del totalitarismo, aconsejó actuar a la luz de la prudencia y la discreción. Esto no significa, en modo alguno, que permaneciese pasiva. 

Eugenio Pacelli, siendo Secretario de Estado, había colaborado en la encíclica Con ardiente preocupación, publicada por Pio XI, en marzo del 37, en la que se señalaba a la ideología nazi como contraria a la fe cristiana. 

En ningún momento, Pio XII, pensó  que Hitler fuera a proteger a la cristiandad frente al comunismo, lo que manifestó desde el primer momento:

  • En la alocución de Navidad de 1939, denunció la invasión de Polonia por nazis y comunistas.   
  • El Papa permaneció cinco años encerrado en el Vaticano, rodeado por el fascismo italiano, aliado del III Reich.
  • El 6 de marzo de 1939 mandó difundir, por medio del Santo Oficio, una denuncia sobre la política antisemita de Mussolini. 
  • En su primera encíclica (20-X-39), Summi Pontificatus, condenó el totalitarismo y el racismo. Fue prohibida en Alemania por la Gestapo.
  • Manifestó a Leon Bèrard, político francés: «Temo a Hitler más todavía que a Stalin».  
  • Corrió el riesgo de ser secuestrado y deportado a Alemania, cuando los nazis ocuparon Roma, el año 43. 

La difusión de las primeras noticias sobre el genocidio en la Europa del Este, tardaron en llegar a las democracias occidentales y al Vaticano. No lo hicieron hasta la primavera del 42, a través de las nunciaturas de Suiza y Eslovaquia. Los hechos, dada su brutalidad, así como la escasez de pruebas,  resultaban de dudosa credibilidad.   

En agosto del 42 tanto el Vaticano como Roosevelt, reciben e intercambian información, más concreta, sobre la violencia contra los judíos. Al igual que los aliados, el Papa descubrió muy tarde toda  la abominable situación creada por los nazis.

  • En la Europa de 1942, bajo el control nazi, las limitaciones informativas dificultaban que la voz del Papa pudiera ser escuchada al instante. Durante la Guerra, ni Roosevelt ni Churchill ni De Gaulle acusaron públicamente a la Alemania nazi de exterminar a los judíos. Pio XII, en la medida de lo que sabía habló y en la medida que podía actuó. «Pio XII actuó más que habló para evitar males mayores» Robert Kempner, jefe de las autoridades judiciales en Nuremberg». 
  • Dio órdenes a los nuncios de los países ocupados por el Reich para salvar silenciosamente a los judíos. 
  • La diplomacia vaticana consiguió proteger a miles de judíos en Eslovaquia, Croacia, Rumanía y Hungría. 
  • Cuando el 16 de octubre del 43 se produjo el arresto de judíos en Roma, 4.000 judíos fueron refugiados en el Vaticano y en conventos romanos. 
  • En 1944 se multiplicaron las gestiones para salvar a los judíos de las deportaciones. 

He aquí algunas muestras del reconocimiento y agradecimiento, por parte del pueblo judío, hacia la ayuda recibida por el Vaticano con el Papa Pio XII a la cabeza:

  • «Sin la asistencia aportada a los judíos por el Vaticano y las autoridades eclesiásticas de Roma, miles de refugiados judíos hubieran perecido». Capellán judío del 5º ejército americano, en 1944, tras la liberación de Roma.
  • El Congreso Mundial Judío, en nombre de toda la comunidad judía, ofreció al Vaticano 20.000 dólares en reconocimiento y gratitud por la protección tendida por Su Santidad a los judíos perseguidos.
  • En 1946, 78 judíos salvados de la deportación visitan al Papa para mostrarle su agradecimiento. 
  • «Le dije  -a Pio XII- que el primer deber era agradecerle y, a través de él, a la Iglesia católica, en nombre de la comunidad judía, todo lo hecho en diferentes regiones para socorrer a los judíos». Moshes Sharett, que llegó a primer ministro de Israel.
  • La Unión de Comunidades Judías de Italia proclamó, el 17 de abril de 1955, día de agradecimiento por la ayuda del Papa durante la Guerra. 
  • El 9 de octubre de 1958 falleció Pio XII. La entonces Ministra de Asuntos Exteriores de Israel, Golda Meir, declaró en la ONU: «Durante los diez años de terror nazi, cuando nuestro pueblo sufrió un espantoso martirio, la voz del Papa se alzó para  condenar a los verdugos, y para expresar su compasión por la víctimas».
  • «Los judíos se acordarán siempre de lo que la Iglesia hizo por ellos, por orden del Papa, en el momento de las persecuciones raciales». Rabino Elio Toaff en 1986.
  • «La intervención del papa Pio XII permitió salvar a decenas de miles  de judíos durante la guerra».1963, Maurice Edelman, Presidente de la Asociación Anglojudía.  
  • «[…]El Papa personalmente, la Santa Sede, los nuncios y toda la Iglesia católica salvaron entre 150.000 y 400.000 judíos de una muerte segura». Pinchas Lapide, cónsul de Israel en Milán. Años después el mismo  autor revisó las cifras elevándolas.

«Toda la generación de los supervivientes del Holocausto da testimonio de que Pio XII fue auténticamente un Justo». Año 2001, David Dalin, rabino en Nueva York. Además pidió que Pio XII fuera reconocido por Israel como «Justo de las naciones», pues «el papa Pacelli fue el mayor apoyo de los judíos».

«Después de muchas zozobras y oraciones, he llegado a la conclusión de que una protesta por mi parte, no solamente no hubiera beneficiado a nadie, sino que hubiese provocado las más feroces reacciones contra los judíos y multiplicado los actos de crueldad. Quizá una solemne protesta me hubiese aportado las alabanzas del mundo civilizado, pero habría provocado una persecución contra los judíos  todavía más implacable que la que padecen. Amo a los hebreos; precisamente entre ellos, pueblo elegido, nació el Redentor»

Confesión de Pio XII a Piero Scavezzi, capitán militar italiano.

Referencia de las citas en J. Sevilla, Históricamente incorrecto.


Publicado por José María Aiguabella Aísa

El Profesor.

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