El efecto Ignacio Echeverría

El motivo para pedirle a Rincón Bravío que me publique un escrito es que ha llegado a mis manos un libro que considero muy interesante.

A lo largo de los últimos cinco años he vivido bajo el efecto con el que titulo este escrito.  La familia de Ignacio Echeverría Miralles De Imperial, que se enfrentó al terror en el puente de Londres el 3 de junio de 2017, nos hemos visto teniendo un cierto protagonismo consecuencia de aquella desgraciada ocasión. Aparte de reconocimientos a Ignacio, en forma de condecoraciones y otros homenajes, de las atenciones de los reyes de España o de la reina de Inglaterra, hasta el mural con una imagen de Ignacio que se finalizará estos días en el instituto en el que estudió y hoy lleva su nombre. Todas estas atenciones nos han repercutido a nosotros por haber sido los receptores de lo que a él le correspondía.

El columpio. Reaparece el desaparecido

Mi abuelo Pedro es mi tercer abuelo. Es el más cariñoso, mientras me columpia me habla de muchas cosas. Tengo otro abuelo que vive junto a mi casa, encima de la tienda de mi padre, pero casi nunca voy a su casa, cuando me ve, me da una perra y me dice:

Soñando con Aranda

He tenido un sueño. Bueno intentaré contártelo, pero en el sueño yo no era yo, era como si me hubiera pasado en una vida anterior o algo así. Recuerdo, regresaba en el coche del coronel Aranda, cuántas cosas más habían pasado en estos meses. En el último momento de la entrevista el coronel Aranda me había dicho: lo que le pasa a Vd. Casanova, es que está loco, después llamó al ordenanza y pidió el coche, lleven al alférez a su domicilio, fue la lacónica orden y aquí estoy sentado en el coche oficial, atravesando las castigadas calles de Oviedo, camino de mi casa.

El absceso

Llevaba tiempo surgiendo un absceso en mi organismo, me lo habían diagnosticado en el verano del 90. Se me hinchó la nalga izquierda, luego se puso duro y caliente, cuando me sentaba sentía como si algo se me clavara en esa zona, era como sentarse encima de un paquete de garbanzos.

Paracuellos de Jarama cumple el acuerdo municipal de dedicarle una pista de monopatín a Ignacio Echeverría Miralles De Imperial

Dentro del plan de Paracuellos de dotarse de unas pistas deportivas de calidad la Comunidad de Madrid ha liberado un fondo que ha permitido que este proyecto salga adelante.

La conciencia del asesino

Caminaba sin dejar de mirar arriba y abajo… La calle estaba casi vacía, la oscuridad iba apoderándose de los rincones. Sentía necesidad de un trago, me había despertado desasosegado, la posibilidad de ser visto me daba pánico. El avance del crepúsculo me llenaba de esperanza, tal vez conseguiría escapar a mi destino ¿Quién me hubiera imaginado a mí, el hijo, el heredero de LAS TRES BES huyendo de ese modo hacia nadie sabe donde?

Enaltecimiento del terrorismo y actores solitarios: la quinta oleada del terrorismo moderno

Me encuentro hablando de Terrorismo. En realidad, he dedicado más tiempo a este asunto desde la muerte de mi hijo Ignacio Echeverría Miralles de Imperial que hasta ese momento.

Hasta la muerte de Ignacio tuve una gran sensibilidad por los daños que generaba el terrorismo, tanto desde el punto de vista de sufrimiento personal, como desde el punto de vista de deterioro de la Sociedad y también del daño económico que generaba el trastorno en las conductas de las personas, todos nos vimos afectados por ese trastorno.

La pesca furtiva

-Roberto ¿No comprendes que tengo todo el tiempo del mundo y que el cabo Florentino está en el despacho de al lado, loco por partirte la cara si no hablas?.

-Pero comprenda señor, yo no sé nada de los salmones, yo soy un pescador de ley y sólo pesco en la temporada.

Una historia de samuráis. Película El último samurái

Ayer fui al cine con mis papás, a veces pasé miedo y a veces ganas de llorar. En la película había uno que era vaquero, iba de azul y luego hablaba con unos chinos y después se fueron y ya casi todos eran chinos y también había una china. Había un niño mayor que se metía en la sombra y se sentaba y lo llamaban emperador. Luego los chinos disparaban muy mal y uno no quería darle un tiro al vaquero joven que tenía barba y no le dio, aunque estaba muy cerca.

Los policías antidisturbios

Esto ocurrió allá por el año 76, muerto Franco pero aún con el parlamento pendiente de disolución o en vísperas de las elecciones que terminaron siendo constituyentes, aunque no habían sido convocadas como tales. Había un gran revuelo social, bastantes disturbios y una actitud de los ciudadanos y de la policía que hoy no serían entendidos.

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