Como ellos mismos dirían…”deeply” cabreado con la última mamarrachada ocurrencia de la Comisión Europea. Ayer descubríamos que la Comisión Europea había hecho público un documento en el que exhortaba a sustituir la tradicional fórmula “feliz Navidad” por un somero “felices fiestas”. Esta tontería se hacía, como no, en pro de la “inclusión”. Los de Bruselas en su ridícula línea: cuesta abajo y sin frenos.