Una distopía verdadera

No ha habido escritor contemporáneo con una mínima pretensión que no se haya arrogado a intentar filosofar sobre la evolución de la humanidad, concibiendo casi siempre un futuro dictatorial de aspecto amable con el ciudadano. Curiosamente, la idea de un gobierno global o al menos una coexistencia de grandes bloques continentales o de afinidad cultural ya era una constante en este tipo de obras desde el inicio del siglo XX.

A %d blogueros les gusta esto: