El 1 de junio de 2018 tuvo lugar la cuarta moción de censura a un gobierno desde la caída del Franquismo. Fue la primera en prosperar, y supuso el fin del mandato de Mariano Rajoy, y la llegada al poder del candidato propuesto por la oposición, Pedro Sánchez.
Ese día comenzaba un nuevo ciclo político en España que iba a estar marcado por una profunda crisis institucional, la extensión de la brecha existente entre las formaciones, y el inicio de una sucesión de pactos marcados por la ausencia de ética, una coherencia limitada, y un bochornoso interés evidentemente partidista.