Panem et circensis vs Una entrada para el cine. Métodos para mantener al pueblo contento en su miseria

Aunque la cronología nos aleja del pasado, a veces con percepción inalcanzable, la naturaleza humana nos aproxima a nuestros ancestrales congéneres hasta la coincidencia. Han cambiado los atuendos, las lenguas, los alimentos, los recursos técnicos, pero el amor, el odio, la soberbia, la humildad, la avaricia, la generosidad, la envidia, el altruismo, el  heroísmo, la traición, la solidaridad, el egoísmo, la verdad y la mentira han estado, están y estarán presentes en los intersticios del alma de cada miembro de la sociedad humana. En unos casos para bien, en otros para mal, aunque en general se entremezclan,  en distintas proporciones, unos con otros, de modo que el ser humano, alternativamente, es capaz de lo mejor y de lo menos bueno. 

El juego de la socialdemocracia. I.

Acostumbrado a escribir sobre otras disciplinas, generalmente he tendido a dejar cada vez más de lado cualquier tema relacionado de forma directa con la política. No por considerarla menos interesante en comparación con los temas que usualmente trato (filosofía e historia), sino porque entiendo que la política pertenece, en el plano de la opinión y no en el de la acción, al ámbito puramente privado.

Democracia a la ‘Sancheza’

¿Cómo podemos ser tan ilusos? ¿Nuestra capacidad de asombro acabará algún día? ¿Cómo es posible que nos sigan sorprendiendo las tropelías del presidente y sus lacayos si van a una diaria? Al fin y al cabo, somos personas y parece que no perdemos la esperanza en el género humano.