Memorias

Memorias España

ADOLFO GARCINUÑO GIL

España es un país cuyos orígenes se remontan a las águilas plasmadas en los estandartes portados por las legiones romanas. Antes que dicha legión impusiese su derecho, la gente que habitaba la Península se caracterizaba por su templanza, severidad y resistencia. 

Nuestro país ha sido objeto de política visigoda, un Código llamado “de Eurico” nos dejaron entre otras cosas; invasiones musulmanas, asombrando con sus maravillosas ciencias o técnicas; además de Reconquista sellada con la cruz cristiana, impresionando con sus grandes sistemas de repoblación. Era aquí, en este lugar del mundo, donde convivían tres culturas a la vez. Hechos sin los cuales, hoy España no sería tal y como la conocemos.

Nos suena a historia inventada cuando escuchamos que España era el país que marcaba la diferencia. Ahí tenemos a Isabel y Fernando. A Colón hallar lo nunca hallado. A Carlos y a su hijo Felipe con su Imperio de la mano del sol invicto. Pero esto es España, si no nos la joden, la jodemos entre nosotros. No tengamos prisa, ni tampoco duda de ello.

Momentos difíciles crean hombres fuertes. Hubo hombres que lucharon en nombre de algo, impulsados por su honor y su orgullo, hombres que ensalzaron el nombre de este país con sus obras o pinturas. Eran hombres de oro, aunque oro vieran poco.

Me pregunto, cómo plasmaría el gran Goya si viese la cruda realidad que nuestro país, y el mundo entero, está viviendo; ¿como Saturno devorando a sus hijos o como un duelo a garrotazos?

España ha vivido el terror la invasión, también el horror de mirarse así misma espantada. “España es el único lugardel mundo donde 2 y 2 no suman 4”, que se lo digan a aquel francés, que pretendía quedarse aquí. “Entender el idioma del enemigo, hablar la misma lengua de los que matan (…)”, hermanos enfrentados; amigos; vecinos, todos ellos enfrentados en un país abocado a una Guerra Civil. Y se ha levantado de todo ello. España asombró al mundo con el tránsito ejemplar de una Dictadura a una Democracia, fue capaz de reconciliar a la sociedad en un proyecto de vida común.

Llegados a este punto de nuestra historia, viendo la grandeza de su gente, su templanza, te das cuenta de que lo único que no merece España es que la gestionen, que la traten y que la ataquen como lo están haciendo, quienes ahora mueven el timón del barco.

La gente piensa que, cuando acabe la pandemia, nuestro país va a estar como estaba, pero por más que nos pese, nada volverá a estar como antes. Si es cierto, los estadios de fútbol, las discotecas volverán a abarrotarse, habrá Feria de Abril, San Fermines y gente tomándose las uvas en la Puerta del Sol. Pero nada volverá a ser como antes porque tendremos a menos gente entre nosotros y porque no debemos olvidar por todo lo que hemos pasado, a todas aquellas personas que han conseguido que lleguemos hasta aquí.


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