Un caballero en Moscú ~Leonardo da… Aragón~

IGNACIO LEONARDO PUEYO BESTUÉ

Durante los meses de verano, como muchos de ustedes, intento aprovechar para leer y ponerme al día con recomendaciones de libros que tengo pendientes de familiares y amigos. He de confesarles que traté de hincar el diente a las Memorias de Adriano, pero tras leer media centena de páginas me impresionó la erudición excepcional de su autora, pero ciertamente es un relato para leer sin prisas y con gran cantidad de matices. Por lo que decidí posponer su lectura, y encontrándome en la casa de un familiar llegó a mis manos Un caballero en Moscú sin tenerlo planeado.

Se trata de una novela histórica de Amor Towles (Boston, 1964) ambientada en el Moscú de 1918 hasta la década de 1950, que sigue al conde Alexander Ilyich Rostov, un noble ruso culto y bien educado que se apresura a regresar a su país en los primeros días de la Revolución, sólo para escapar por poco del pelotón de fusilamiento, y es entonces condenado a cadena perpetua en su hotel moscovita, el Metropol.

Se le concede esta pequeña misericordia sólo porque una vez escribió un poema que algunos bolcheviques consideran revolucionario, y porque el propio Rostov nunca tomó partido en el conflicto. Una novela que abarca décadas con la acción confinada en un solo edificio podría parecer claustrofóbica, pero no en manos de Towles.

Es la primera obra que leo del autor y es capaz de trasladar con la dificultad que conlleva y con una audacia inusitada el mundo al Metropol. Ofreciéndonos una visión fascinante de los cambios que se produjeron en Rusia desde los primeros tiempos de Lenin, pasando por la era estalinista, hasta la Guerra Fría bajo el mandato de Jruschov, por lo que termina narrando el devenir de Rusia en la primera mitad del siglo XX.

Es una novela de escenas humorísticas, amorosas, políticas, históricas, con hábiles estudios de sus personajes, que se mantienen unidos por la constante preocupación del lector por la seguridad de Rostov. En la tumultuosa URSS, casi nadie está a salvo. Un héroe un día puede ser fusilado como traidor al siguiente.

¿Creen que nuestro Conde tuvo un final feliz? ¿Es, de hecho, como proclama un amigo suyo, el «hombre más afortunado de Rusia» porque está confinado en el Hotel Metropol? No desvelaré el final, pero el libro nos ofrece una lectura ligera, que es capaz de enganchar al lector de principio a fin por la particular personalidad que otorga el autor al conde. Sin duda,

Towles es un gran escritor que ofrece una narrativa satisfactoria, conmovedora y sorprendentemente divertida a lo largo de sus páginas.


~El sumario del agravio~ 1-15 de agosto del 2021

CARLOS LUQUE FLÓREZ

Continuamos esta sección, patrocinada por el desGobierno de España, para refrescar la mente de todo aquel que nos regale su tiempo y decida leernos.

Tenemos motivos de sobra para indignarnos cada día con el actual Gobierno. Tenemos tantos que muchas veces consiguen hacernos olvidar. Tapan un escándalo con otro de similar índole.

Odiamos ver como España olvida. Por eso, desde ‘El sumario del agravio’, repasaremos de forma somera algunos de los escándalos que cada día nos regalan nuestros gobernantes. En tiempos normales se exigirían responsabilidades, pero hoy es el pan nuestro de cada día.

1 agosto

-El Gobierno presiona a las empresas privadas para que nombren a más mujeres jefas. ¡Meritocracia!

-Belarra gasta más de 7.000 € públicos en viajes como ministra que aprovecha para ir a actos de Podemos.

-Castells no repara en gastos: destina 371.501 € a renovar los muebles del Ministerio de Universidades. Para pisarlo una vez al año…

2 agosto

-El PSOE prepara un teléfono para que los inmigrantes denuncien a quienes no quieran alquilarles pisos. Al mismo tiempo implementan el certificado COVID.

-Podemos reconoce en sus cuentas que grupos municipales morados operan con cajas B desde 2019.

-Moncloa gasta 101.640 € en la «ornamentación» de los actos de Sánchez y las vicepresidentas.

3 agosto

-Sánchez ordena a sus ministros acelerar los traspasos a Cataluña para evitar un otoño caliente.

-Podemos se da un tiro en el pie con el ataque ‘fake’ a su sede en Cartagena: 4.000 euros de multa. Qué rápido cayó en el olvido lo de «la cadenitas».

4 agosto

-El Tribunal de Cuentas cree que el ‘crowdfunding’ que usa Podemos es un coladero de dinero irregular. El agua moja, ¿saben?

5 agosto

-El Narciso en Lanzarote deja poco que comentar.

6 agosto

-Sánchez evita informar al CNI de la presencia de Yolanda Díaz en la comisión de Inteligencia.

7 agosto

-Ione Belarra anima a que toda la población mundial se haga vegana para que haya más bosques. Simplemente me hace gracia; la intelectual de habas.

-El Gobierno rechaza prohibir el homenaje al etarra Henri Parot y se lo pasa a la Audiencia Nacional.

-El PSOE monta un show propagandístico en un pueblo de Zaragoza para blanquear al no-doctor Simón.

8 agosto

-El ‘doctor’ Sánchez se excluye de una norma para que el Congreso evalúe el currículum de los cargos. ¡El Gobierno de la transparencia, oiga!

9 agosto

-Irene Montero supera en asesores a 15 ministerios, entre ellos Trabajo, Justicia e Interior. ¿Agencia de colocación? Sí, pero morada.

-El Gobierno delira: quiere promover el «descubrimiento personal de la sexualidad» en los bebés.

-Los jueces critican a la ministra de Justicia por anticipar el fracaso del recurso contra los indultos. ¿Separación de qué?

-El desGobierno plantea cambios en la asignatura de Matemáticas: perspectiva de género y «sentido socioemocional». Sin comentarios.

Irene Montero tonta

10 agosto

-El precio de la luz marca 5 subidas históricas desde que Sánchez está de vacaciones. «El Gobierno de la gente».

11 agosto

-El juez imputa a la mano derecha de Laya que permitió a Ghali saltarse la aduana.

-La Diputación socialista de Sevilla aumenta un 30% los fondos destinados a chiringuitos LGTBi. Algo fundamental en plena crisis.

12 agosto

-«Sánchez se blinda en el PSOE: diluye los poderes en el partido para que nadie le haga sombra». Los varones que le expulsaron ahora permiten este tipo de comportamientos, ¿por qué?

-Podemos aprovecha el subidón de la luz para lanzar su plan de imponer castigos a los que más consuman.

-El juez acorrala al equipo personal de Laya por la entrada de Ghali.

-«Teresa Ribera se lava las manos con el ‘tarifazo’ eléctrico: «Son factores que no dependen de nosotros»». ¡Son el Gobierno del cambio!

-Podemos presume de ser «el único» que puede bajar el precio de la luz pese a no hacer nada en el Gobierno.

-Imputada la vicepresidenta socialista de Melilla por presunta prevaricación de 9 millones de euros.

-España no sopesa evacuar la Embajada en Kabul y espera a que el nuevo embajador asuma el cargo. Siempre anticipándose.

13 agosto

-Los homenajes a etarras se disparan tras completar Sánchez el pago a Bildu con los acercamientos.

14 agosto

-Narciso gasta casi 100.000 en limpiar «su» palacete de verano.

15 agosto

-La Comisión Europea avisó al menos 5 veces de que Sánchez podía bajar la factura de la luz.

-Canarias y Navarra (PSOE) no entregan los contratos menores al Tribunal de Cuentas para que los fiscalice. ¡El partido transparente!


El columpio. Reaparece el desaparecido

JOAQUÍN ECHEVERRÍA ALONSO

Mi abuelo Pedro es mi tercer abuelo. Es el más cariñoso, mientras me columpia me habla de muchas cosas. Tengo otro abuelo que vive junto a mi casa, encima de la tienda de mi padre, pero casi nunca voy a su casa, cuando me ve, me da una perra y me dice:

-Para caramelos, Manolín-. Pero su cariño es diferente al del abuelo Pedro. El otro, el papá de mi mamá, vive en León y sólo lo veo cuando voy con mi mamá en Navidad. La última navidad ya había nacido mi hermanito y me prestaron menos atención. Bueno… la abuela sí, a ella le gusta lavarme y peinarme. Siempre me mete jabón en los ojos. Si lloriqueo, me canta:

-Soy valiente y leal legionario…-

Cuando voy a su casa, el abuelo Pedro me habla de mi papá. A veces se pone triste e incluso le lloran los ojos. ¿Tendrá alergia? Supongo… Claro que el abuelo sólo me habla de él, de mi papá, cuando estamos solos en el columpio. A veces me dice cosas raras, cómo si mi papá no viviera en mi casa.

Un día me dijo: -Manolín, tu papá se fue a la Guerra. Insistió: –Era muy valiente y murió como un héroe en la División Azul-.

No entendí qué me decía. Mamá me dice que no me preocupe por entenderlo, que son cosas de viejos. Pero que el abuelo Pedro es muy bueno y que lo tengo que querer mucho y ser muy bueno con él.

En casa del abuelo Pedro, en el salón, hay una foto en un marco de plata. Es de un soldado, me gusta mirarla, es joven, con su bigote, su pelo rubio peinado con raya. Siempre pensé que era el abuelo de joven, pero un día le pregunté y el abuelo me dijo:

-No… es Manuel, tu padre. 

Claro que mi padre se llama Celedonio, pensé: “cosas del abuelo” y no presté más atención. En seguida nos fuimos al jardín al columpio, como siempre. La verdad es que papá en esa foto no es igual que ahora. Ahora no lleva bigote y tiene el pelo oscuro. El abuelo, mientras me balancea en el columpio, de madera negruzca, me dice: 

-Este columpio se lo hice a tu padre, cuando era más pequeño de lo que tú eres ahora, por eso me gusta tanto estar aquí contigo.

Hace unos días fui a casa del abuelo Pedro, estaba contento, me dio muchos abrazos y besos. Cuando me caí del columpio se rió. Cuando me puse a llorar me cogió, me levantó como si no me pasase nada y me dijo: 

-Manuel, los hombres no lloran y los Manueles no mueren…-. No entendí que me decía.

Esa tarde, cuando había llegado a su casa, hablaba con un señor muy delgado y de mal aspecto, vestido de soldado. Hablaban como si se conocieran mucho y el extrañó se calló cuando me vio y dijo: 

-¿Es él?

 El abuelo asintió, el extraño dijo:

 -¡Qué guapo!- y no dijo más.

El extraño no me gustó, me pareció que estaba muy excitado, los ojos se le salían de las órbitas, luego se puso triste y no miraba a ningún sitio. Fue entonces cuando el abuelo me llevó al jardín y me balanceó en el columpio. Enseguida me dijo: 

Es mejor que te vayas a casa… vino un amigo que no veía en años y quiero hablar con él-. Protesté, pero me dijo impaciente: -No Manolín vete ya, tengo cosas que hacer-.

Cuando llegué a casa, mi mamá me dijo: -¿Qué le pasa al abuelo, por qué vuelves tan pronto? Vaya, espero que no se haya puesto malo, que no vuelva a esa nostalgia del año pasado-. 

Le contesté: -No mamá, estaba muy contento, estaba con un señor que se parecía a la foto del abuelo cuando era joven-.

De noche me acosté pronto, mi mamá y mi papá conversaban en el salón. Hubo alguna voz más alta que otra, me desperté y fui a ver que ocurría, pero no llegué a entrar. Oí también al abuelo y al soldado. Me quedé escuchando, mi abuelo rara vez venía a mi casa, aunque vivía justo al lado. Escuché detrás de la puerta, mi papá estaba muy enfadado, por la rendija lo vi acalorado y levantaba la voz. Alcancé a oír varias frases.

El soldado dijo: -La ley me ampara, vuestro…- 

No oí bien la frase. Sigue el soldado: -Yo sigo vivo-

Medió el abuelo Pedro: -Debéis comprender…- No entendí, siguió: -Así todo cambia… -.

Papá lo interrumpió: -No haber ido a la guerra…– Siguió: –Y tu a buscar la gloria…-.

Papá siguió hablando: -Manuel eres un calavera-. 

Interviene Mamá: -Creíamos que habías muerto… Gime, –No diste señales de vida…-, ella rompe a llorar, -Además, está Zeledón… ¿Qué hice?, Dios mío, ¿Qué hicimos…?-.

El soldado dice con voz chillona: –Yo hice lo que debía… la Patria… ¿Tú sabes que es la Patria…?-.

El abuelo se hace escuchar con dificultad, todos hablan a la vez. –Debes comprender… su matrimonio es anterior…-.

Pero papá es el que más grita y el más dominante: -Ya está bien de monsergas… ¿Cuanto quieres por…?-.

El soldado responde: -Me faltas a mi honor, pero…-.

Sigue una larga discusión entre el soldado y mi padre. El abuelo está como mudo, de pronto lanza una frase: -¿Habrase visto…?– y se calla.

Mamá está callada escuchando y al fin dice: -Manuel por Dios, escucha… él puede… ¡Qué escándalo…!-.

El soldado habla como si pensara en voz alta.

-Escándalo es lo que os merecéis… olvidarme así… mi vida ha sido…

El abuelo interrumpe: -Mi hijo no tiene precio-.

Mamá clama: -¡Por Dios Manuel, por tu hijo, por el amor que nos tuvimos!-.

Oí al soldado diciendo: -Establecerme en otro sitio…-.

No oí más, mi mamá me descubrió, salió hecha un mar de lágrimas, me llevó a la cama y se quedó conmigo. Esa noche durmió en mi cama y así desde entonces.

Mi papá está bastante enfadado y le habla duro a mamá. Se dicen cosas por lo bajo, cómo si no quisieran que yo los oyera, como si él exigiera algo y a ella le costase decir no.

Últimamente no voy a casa del abuelo casi nunca, mi mamá me sujeta en casa y me aburro bastante.

Ayer estuve con el abuelo, había quitado la foto antigua del marco de plata y había puesto una mía. Cuando le pregunté porqué lo había hecho, se puso a llorar cómo yo no recordaba. ¡Pobrecito, está tan viejo! Luego se sobrepuso y me dijo:

-Manuel voy a quitar el columpio, está muy viejo, ya te haré uno nuevo, uno especial para ti.


Fue posible

ADOLFO GARCINUÑO GIL

Secretario General del Movimiento que llegó a ser presidente del Gobierno. Amnistía, legalización de partidos políticos, elecciones libres, reforma total del Estado, reconciliación. Era un lenguaje histórico en España tras 48 años –5 años de caótica República, 3 años de Guerra Civil y 40 años de Dictadura– un tanto revueltos.

Hijo y nieto de republicanos, aquel abulense vio al rey Don Juan Carlos I como la clave de bóveda del acuerdo entre españoles. Juan Carlos de Borbón fue la clave en la llegada de la Democracia a nuestro país, sin su trabajo España no habría asombrado al mundo. 

Adolfo Suárez era un hombre joven que no había hecho la guerra ni escrito ningún libro ni estaba en ningún círculo de poder de la época. Nada más sentarse en el despacho tuvo el desafío de superar la división existente entre los demócratas: partidarios de la Democracia a través de un proceso de reforma; y los defensores de la ruptura que creían que un régimen autoritario no podía reformase, era necesario destruirlo. Los defensores de la continuidad del régimen no se tomaban en consideración, solo eran controlados con el objetivo de que no torpedearan el proceso.

Suárez tuvo que construir todo desde cero, aportó a nuestra historia la satisfacción del consenso, fue un gran servidor de España y no fue siempre fue entendido; tomó las decisiones que tenía que tomar. “Reformar la casa sin que deje de funcionar la luz ni falte el agua en las cañerías”. “Vamos a asombrar al mundo”. Eso fue la Transición.

La Ley para la Reforma Política puso fin a las Leyes Fundamentales del franquismo. La “Octava Ley” dejó sin efecto las siete anteriores y abrió paso hacia las elecciones libres. El 18/11/1976 España presencia cómo las Cortes Franquistas se hacen el harakiri. Los “Pactos de la Moncloa”, en 1977, fue un programa de gobierno con la peculiaridad de que fue suscrito por todas las fuerzas políticas y sociales: todos los partidos políticos representados en el Congreso fueron llamados para debatir abiertamente soluciones a la grave situación económica que atravesaba España. Dichos pactos pasaron a la Historia como un ejemplo de consenso y generosidad. Un año más tarde, con la redacción, bajo la dirección y cuidado de Adolfo Suárez,  de la Constitución y su aprobación en referéndum el 6 de diciembre de 1978, quedó finalizado el proceso transitorio. De esta manera se establecieron las reglas del nuevo juego político. 

Debemos resaltar una de las grandes contradicciones de la Transición: el hombre que había defendido en las Cortes Franquistas la legalización de los partidos políticos; el hombre que había arriesgado tanto porque todos los partidos pudieran concurrir a las elecciones; ese hombre no tenía partido propio. UCD fue un invento de última hora para que Adolfo Suárez pudiera concurrir a las primeras elecciones de la Democracia con un partido.

Unión de Centro Democrática, más que un partido, era una fuerza política provisional engrandecida por la figura de Suárez. Ese partido era una empresa con un objetivo social: hacer la Transición. Una vez alcanzado ese objetivo tenía que disolverse: UCD fue apreciada; ensalzada y después no respaldada.

Por desgracia Suárez tuvo que lidiar con todos los terrorismos posibles, excepto el islamista: extrema derecha; extrema izquierda: ETA y GRAPO. Tanto el terrorismo de la extrema derecha y el de ETA tenían un único objetivo: empujar al desentendimiento político del que España era protagonista, forzando, de esta manera, la pérdida del objetivo común. A diferencia de los GRAPO que no nacieron para ayudar a la Democracia ni empujar la ruptura: ya que su razón de ser se basaba en la desestabilización.

Uno de los ingredientes que hizo posible el éxito de la Transición fue el factor miedo: miedo a repetir la Historia y miedo a que el golpismo tradicional de España reapareciese con sus costumbres. La amenaza de un Golpe de Estado fue el factor decisivo para que triunfara la reforma sobre la ruptura.

Hoy gracias al trabajo de tantos protagonistas, con Suárez a la cabeza, no se puede hablar de la Transición política –“ir a la ley a través de la ley”–, de la Democracia española, de vencedores ni de vencidos. “No hay vértigo Adolfo, no puedes permitirte el lujo de sentir vértigo”. “Soy capaz de hacerlo, claro que soy capaz de hacerlo”. Fue posible.

Un relato inspirado en el libro “Puedo prometer y prometo. Mis años con Adolfo Suárez”, de Fernando Onega.


De la expectación al fracaso hay un paso

DIEGO GONZÁLEZ GILABERTE

Desafortunadamente para todos, peor no pudo haber salido. Lo que se avecinaba como el acontecimiento taurino del año acabó siendo uno de los festejos más soporíferos del 2021. No hubo toro y no hubo torero.

Morante de la Puebla y Prieto de la Cal. Una de las figuras más importantes de este siglo con una de las ganaderías más relevantes del siglo pasado. Dos épocas distintas se citaban cara a cara en El Puerto de Santa María la tarde del pasado 7 de agosto.

Entre ganadero y torero existe una estrecha relación que fue forjando poco a poco esta gesta. El de la Puebla ha ido a tentar a la ganadería de Don Tomás en numerosas ocasiones, pero nunca había matado un animal suyo en un festejo.

Gracias a la actitud “gallista” que está adoptando Morante últimamente debido al 100º aniversario de la muerte de Joselito el año pasado, el pintoresco matador decidió dar un golpe en la mesa y encerrarse con 6 toros 6 de la casa de Tomás. 

Este año ya hemos podido observar en Morante la metamorfosis de su concepción del toreo en varios festejos en los que participaba. Centrándose más en lucir el toro antes que lucirse él. Morante estaba acogiendo una actitud torista. Quién lo iba a decir. 

Morante

Se acercaba el día señalado y el bombo mediático iba in crescendo. El papel se acabó en apenas 2 horas. La expectación estaba por los aires. Y eso no suele ser bueno.

Llegó la tan esperada tarde y enseguida se fue desinflando la afición que se citó en El Puerto. Los toros de Prieto no tenían nada dentro. Apenas cumplieron en el caballo, no apretaron absolutamente nada en banderillas y en el tercio de muleta se quedaron completamente parados. Todos los toros tuvieron un comportamiento idéntico, desafortunadamente.

Desde la ganadería de La Ruiza nos intentan convencer que su ganadería tiene unos toros tan bravos en el caballo como ninguna. El ganadero llegó a afirmar que de la ganadería de Juan Pedro Domecq solo les envidiaba el hierro. Una afirmación un tanto osada teniendo en cuenta el juego de sus toros en El Puerto, ya que ni uno destacó en el caballo, y decir que cumplieron en el tercio de varas son palabras muy generosas.

Hay que matizar varios puntos. Para empezar, los animales -justos de presentación y de fuerzas- fueron masacrados en el caballo, haciéndoles un nulo favor. Morante tuvo buena actitud al comienzo del festejo pero se desganó muy pronto y empezó a actuar con dejadez.

A pesar de que es muy cierto que los animales no tenían ni un pase, Morante pudo haber actuado de una forma más torera ante esa situación. Macheteando por bajo a los sosos toros de Prieto de la Cal antes de entrar a matar de forma tan temprana.

Tardes así, con tanta expectación y con ganaderías tan únicas, no suelen salir bien. Tenemos el precedente de la encerrona de Iván Fandiño, que en paz descanse, el Domingo de Ramos de 2015 en Madrid.

Sin embargo, en favor de Prieto de la Cal he de decir que la corrida de El Puerto no es una muestra realista de lo que hay en la ganadería. Las condiciones del festejo no fueron favorables en absoluto para que los toros de Don Tomás enseñasen lo que es su ganadería. Una plaza con un ruedo tan sumamente grande, en una tarde con tanta expectación, pensando tan profundamente en la selección de los toros para la corrida, y más razones que no ayudaban.

Corrida Puerto de Santa María

De hecho, al día siguiente lidiaron una novillada en Pegalajar, Jaén, que fue todo un éxito. Y a principios de septiembre lidian una corrida completa en Tafalla, Navarra, a la que os alento a ir, porque allí verán lo que realmente es Prieto de la Cal. Una ganadería mucho más interesante de lo que se vio en El Puerto.

El problema radica en que esta era la tarde más grande de los últimos años para ellos, y es la que peor ha salido. Toda la expectación que se creó se transformó en fracaso en las escasas dos horas que duró la encerrona. Aún así, seguiremos confiando en Prieto de la Cal y en la inmortalidad de esa joya genética.


¿Vulnerable? Sí, señoría

KAY

Somos altamente vulnerables a cualquier cosa, porque somos seres humanos. Qué cuestión tan estúpida, pensarán ustedes. Pues no, si fuese estúpida “porque lo sabe todo el mundo”, nadie caería en desgracia ni tropezaría dos veces con la misma piedra. Somos muy vulnerables, cada uno a cosas diferentes y en algunas cosas, todos.

Por qué les cuento esto, sencillo, tengo COVID. Llevo atrapado en “El búnker” (mi habitación) varios días, ya he perdido la cuenta y no me apetece hacer trabajar a mis neuronas para ofrecerles cifra exacta. Siempre fui de los que respetaban al virus aun afirmando con seguridad que a mí no me iba a pasar nada nunca, ¡ja! Pues aquí estoy, escribiéndoles desde mi cama. Estoy bastante mejor de lo que aparentan mis últimas palabras, pero qué bien se está en el colchón contándoles mi vida en prosa.

Y es que, estando estos días navegando entre síntomas, me he dado cuenta de lo que somos: Unos vulnerables. Nos creemos invencibles al escalar la más alta de las montañas y olvidamos que una simple caída puede venir con regalo. 

Tal vez vuelvan a preguntarse el motivo de estas líneas, tranquilos, yo les indico que quiz de la cuestión. Respeten más los avatares de la vida y no sean cretinos en el día a día con el peligro, no se pongan toritos y vayan por la vía pública sin mascarilla porque ya se puede (aun estando abarrotada de viandantes), cuídense hombre que su cuerpo lo agradecerá. Si el mío pudiera hablar, me habría puesto la cabeza como un bombo.

Y esto último que les cuento no es ninguna estupidez, qué mal lo ha pasado estos días. Sencillamente porque me dio la gana de llevar la mascarilla en la barbilla, incluso cuando la calle contaba con suficientes personas como para tenerla que llevar bien puesta. Entiendo que llevamos castigados mucho tiempo, pero es por su bien.

Hubo algo que me disgustaba ver y era frecuente: La gente con mascarilla en el bolsillo. Lo peor no era eso realmente (que ya es grave además de chulesco entendiendo la situación), lo era su paso cerca de una multitud y no, no avistabas amago alguno de los “marajás” para ponerse la mascarilla, porque iban así con aires de marajá “hago lo que me da la gana y el resto… ¿qué es el resto?”. Yo fui idiota por confiar mi suerte a la responsabilidad del resto de viandantes, pero estos “marajás” lo son al cuadrado, ¡o al cubo!

Volviendo a lo anterior. Que no aparezca el valiente de turno a decirme que está siendo un suplicio, porque ni si quiera yo pensaba así cuando nos permitieron destaparnos en vía pública. Suplicio es una guerra, la Peste, otros eventos que sí supusieron un cambio forzoso en el modus vivendi. Es decir, no sean idiotas como yo y protéjanse del bichillo, que somos altamente vulnerables y esto aún no ha acabado.


Soñando con Aranda

JOAQUÍN ECHEVERRÍA ALONSO

He tenido un sueño. Bueno intentaré contártelo, pero en el sueño yo no era yo, era como si me hubiera pasado en una vida anterior o algo así. Recuerdo, regresaba en el coche del coronel Aranda, cuántas cosas más habían pasado en estos meses. En el último momento de la entrevista el coronel Aranda me había dicho: lo que le pasa a Vd. Casanova, es que está loco, después llamó al ordenanza y pidió el coche, lleven al alférez a su domicilio, fue la lacónica orden y aquí estoy sentado en el coche oficial, atravesando las castigadas calles de Oviedo, camino de mi casa.

Me vinieron a la cabeza un sinfín de recuerdos, los partidos de fútbol de niño, cuando mis amigos hablaban de “la zurda de Quique”, los ejemplos del libro de gramática de segundo de bachillerato: “doctor perderé el ojo, no hijo mío que lo tengo yo en la mano”. También de aquellas temporadas que no podía salir de casa por no tener abrigo, hasta la hora de llegada de mi hermano Manolo que podía coger el suyo. 

La Revolución de Octubre fue lo que más marco mi vida, aquella mañana al llegar a la altura de la calle del Águila aquellos mineros, uno con una pistola, que me agarraron y me dijeron te vamos a matar, me tomaron por señorito a mí que trabajaba más de 50 horas semanales y estudiaba el resto del tiempo.

Lo inmediato fue la llamada de Aranda, aquella mañana se había presentado un gastador en mi casa y me había dado la orden escrita de presentarme en el Gobierno Militar a las cuatro de la tarde. Aranda apenas me hizo esperar y me trató una familiaridad, como tal vez traten los tíos a sus sobrinos que no conocen demasiado, pero por los que sienten simpatía.

Casanova tú lo que tienes que hacer es pasar a Trasmisiones, tu salud no está suficientemente bien como para seguir en la Legión donde tendrías que intervenir en acciones, como fue la de la Loma del Canto y ahora no estás para eso.

Le respondí: -Mi coronel yo no voy a causar baja voluntaria en La Legión.-

 Me contestó: -En ese caso le daremos de baja como inválido. Su tono se fue agriando y haciendo distante. Le dije que era muy libre pero que yo no estaba dispuesto a abandonar la Legión voluntariamente.

Fue entonces cuando me dijo: -Casanova a usted lo que le pasa es que esta   loco- y dispuso el automóvil para conducirme a mi casa.

Pensé: “vuelvo a ser civil”. No me apetecía nada volver a casa, donde todos estarían pendientes de mi ahora como había ocurrido en los últimos meses. Mi madre tan solícita, mi padre pendiente sin decir nada que me pudiera molestar pero observándome, mi sobrinos, tan pequeños, siendo cuidadosos de no hacer ruido cuando me vieran serio o preocupado.

Me resultaba insoportable el tedio y las atenciones de los míos, que me ven disminuido en mis capacidades. Recordé la cara de susto de mi sobrina Matildina después de aquél ataque de epilepsia. No sé cuánto tiempo pasó, cuando comprendí que me iba a dar le dije: 

-Me voy a acostar no hagas nada

Me metí aquella goma en la boca, como ya había hecho otras veces. No sé cuánto tiempo pasó, la niña me miraba con cara de preocupación cuando volví en mí.

Estos ataques fueron los que preocuparon al comandante de la bandera, se enteró que estando de guardia me había dado un ataque. Él era nuevo en Oviedo, no nos conocía y por ello no pesaba nada en él ni mi historial, ni el de mi familia.

Dejaba de ser oficial, había aprobado cuatro veces. Durante el servicio militar Juaco y yo pasamos meses de sargentos y nos examinamos para alférez. Pero nuestro expediente no apareció en el 36, y el capitán que nos había examinado no podía testificar, estaba en zona roja. Así que el 19 de julio nos movilizamos como sargentos.

Cuando fuimos a Burgos a hacer los cursos, aprobé todas las pruebas excepto la Instrucción, estaba cojo y andaba con bastón, ya que mis heridas de la cadera de la Loma del Canto aún me impedían andar con naturalidad. Juaco y Pelayo aprobaron y ya la vez siguiente me fui a Burgos sin ellos. Esta vez yo estaba recuperado físicamente, al menos en lo relativo a las caderas, volví a superar todas las pruebas incluida la de la Instrucción. Pero Oviedo fue asediado muy duramente ese febrero y otro asturiano y yo pedimos permiso al comandante mayor para no estar presentes en el acto de entrega de diplomas, ya que queríamos ir a defender Oviedo. Los militares burócratas son la perdición, nos dijo que si nos íbamos no nos daría el despacho y dicho y hecho nos fuimos y tuvimos que volver al curso siguiente a conseguir la promoción a alférez.

¡Que cosas! Perder la graduación en un momento, después de haberla perseguido tanto. Tal vez tenga razón el coronel Aranda, pero ni paso a Trasmisiones ni firmo la baja como inválido, el verá lo que hace, si toma esa decisión, yo no recojo ni el libramiento.

Cuando llegamos a casa, en Martínez Vigil, en la escalera, Trini, vecina del primero, me saludó llevándose la mano a la frente y diciendo: -A la orden camarada.

Mis padres me recibieron y reprimieron su alegría al conocer que no volvería incorporarme a la Legión. Pasaría poco tiempo antes de que abandonara la casa con incorporarme por libre a esa guerra que mordió mi cuerpo y mi espíritu.


Reforma y contrarreforma: la cancelación de Sherpa

IVÁN CANTERO

Hubo una época y un lugar en los que trovadores con nombre y apellidos componían cantigas, es decir, poemas destinados a ser cantados. Aunque el rey Alfonso X hizo populares las religiosas, existía también una deliciosa temática de escarnio en la que abundaban composiciones protagonizadas por frailes pichabravas y abadesas doctas, literalmente, en el arte de follar. Era el bajo medievo gallego-portugués, que resultaba no ser tan oscurantista e inquisidor como nos lo habían contado. Para quien no se lo crea, reproduzco aquí algunos fragmentos, traducidos por un servidor del texto original, de estas simpáticas cancioncillas:

Abadesa, oí decir

que erais conocedora

de todo bien; y, por amor

de Dios, os podáis compadecer 

de mí, que me casé huérfano,

y bien os juro que no sé

más que un asno sobre follar.

A vos, doña abadesa,

de mí, Fernando de Esquío, 

estas odas os envío,

porque sé que sois esa

señora que merecéis:

cuatro carajos franceses,

y [otros] dos para la priora.

A un fraile dicen estropeado (…)

Estropeado yo nunca diría, 

que llenas de su carajo seductor,

muchas mujeres de leche 

tiene, que le parieron tres en un día,

y otras muchas preñadas que tiene;

y tal fraile creo yo que muy bien

por eso estropeado estaría.

Hoy sin duda ser burlarían de otros en función de los nuevos poderes e influencias sociales, probablemente políticos de izquierda puritana o lo que en España se ha dado en llamar intelectuales. Y los autores también terminaría en la cárcel, esta vez por algún delito de odios, a pesar de que presumimos de tener la legislación más garantista y avanzada de la historia. 

Manuel Jabois, como yo paisano de aquellos lares, llama Contrarreforma al fenómeno de la rebeldía contra la autocensura o mordaza legal de concepto y vocabulario que impera en nuestros días. Estas socarronas cantigas fueron, a su modo, una forma de subversión, reacción y contrapunto (o contrarreforma) a la moral imperante de su época, un ejercicio desde luego mucho más osado y peligroso que las causas libertarias que se defienden en Twitter desde el sofá de casa. No son pocos los que hoy consideran, incluido algún popular escritor, que España se equivocó de bando en la pugna renacentista, poniendo posiblemente en perspectiva las consecuencias económicas que las guerras europeas tuvieron para el imperio de la dinastía Habsburgo y la maleabilidad política localista que permitirían por entonces las corrientes protestantes. Yo opino justo lo contrario, y cada vez lo tengo más claro contrastando los posos éticos y culturales (¿qué otro legítimo legado histórico tiene la religión?) que en unos y otros países han quedado desde entonces… Pero esa es otra historia.

El término Contrarreforma me parece muy acertado, porque en los tiempos en que nos ha tocado vivir existe un extraño síndrome que hace fingirse oprimido al que oprime, y minoritario o rebelde al que tiene más capacidad y recursos para inundar con propaganda los medios y las redes sociales. En todas las épocas se ha machacado al disidente, claro, pero nunca antes el poder había sido tan hipócrita como para negar su propia posición hegemónica, algo como si la República de Roma se dijese insurrecta a Espartaco. Así, lo correcto es llamar contrarreformista al que se opone hoy a la tendencia general y no al revés. Es evidente que las facciones en lucha son políticas, pero la vanguardia de la batalla es la cultura, por ser un excipiente de mejor sabor para tragar las ideas, que a menudo en crudo son indigestas el grueso de la población. En España hay una conciencia clara de esto y se aplica con rigor desde el tardofelipismo en las artes populares, que pasaron en gran medida de ser una industria a convertirse en una factoría estatal, aportando muchísimo a la contienda pero cada vez menos al patrimonio creativo del país. En los últimos años la guerra se ha recrudecido y radicalizado, surgiendo trotskis y desertores incluso de entre aquellos que trabajaron muchos años para la factoría, para los que no hay piedad ni a veces trinchera en la que resguardarse. A veces los hoy considerados traidores no han sido nunca, en realidad, funcionarios de la cultura: los que no participaban públicamente en la pugna se consideraban tácitamente aliados de la hegemonía filosófica por omisión, o al menos el silencio era considerado un deber ciudadano del disidente. De este modo, los peores autos de fe se organizan contra artistas carismáticos y, curiosamente, músicos del rock.

La hegemonía moral siempre ha considerado al rock como su indiscutible aliado, por aquello de identificarlo con la disidencia, sin pararse a pensar que cuando una idea pasa a ser predominante (y, por tanto, corromperse), hacer odas al pensamiento del poder no es rebeldía sino palanganerismo… Algo que repugna a los roqueros honestos. Por eso los antes muy saludados Def con Dos ardieron en la hoguera hace algún tiempo al atreverse a cuestionar las idioteces que sobre el sexo ahora se proponen con su corrosivo Puritanismo Progre; algo que también han sufrido iconos como Loquillo, Andrés Calamaro o el propio Sherpa. Entiendo que el malentendido y la rabieta pueden venir de la tradición, posiblemente fáctica, de que un grupo muy politizado de turno dominase el espectro durante una o dos décadas. Primero fue Leño, que no desapareció de todo gracias a Rosendo y compensó el paréntesis ochentero más neutro de Barón Rojo; y luego siguió Extremoduro en los noventa. Desde entonces toman el relevo los inefables Mägo de Oz, que han llegado hasta nuestros días con una especie de Lavapiés metal hijo de Ñu y nieto de Jethro Tull. Todos estos grupos tenían en común, como Metallica, un público masivo que en gran medida no se asoma al rock más que por y para ellos, por lo que relacionar su éxito con la preponderancia de sus ideas dentro del estilo en que se mueven resulta bastante falaz. 

El rock no está necesariamente coloreado, y si lo está, no es para ponerse al servicio del sectarismo y la propaganda. Y los colores, por supuesto, pueden ser variados. Recuerde el paciente lector la portada del mítico The Trooper de Iron Maiden, donde el harapiento Eddie todavía sostiene la bandera británica; y que el cantante que le da voz (Bruce Dickinson) fue un activo militante del partido conservador británico en sus años mozos. También abundan las banderas, esta vez estadounidenses, en las carátulas de Manowar, que pidieron una foto en un encuentro casual al inefable Bertín Osborne. Todos ellos, junto con el inabarcable club de grupos de inspiración tolkeniana o medievalista (como los italianos Rhapsody o los españoles Avalanch y Warcry),trovan a la épica, histórica o fantasiosa, pecado capital que las ideologías imperantes relacionan con la extrema derecha.

No me sorprende, por tanto, que los panfletos digitales del régimen y algún político de poca monta quiera la muerte civil de Sherpa (ex cantante de Barón Rojo y letrista de muchos de sus éxitos, ahora en activo por separado con la banda Los Barones), cuyo único delito ha sido posicionarse políticamente y opinar con más o menos fortuna en las redes sociales, tal y como hace cualquier artistilla de la piel de toro cuando le sale de las gandumbas; y al común de los mortales nos importa tres cojones, porque sabemos que en general forma parte de un cierto postureo en el trabajo de márquetin (como también lo es renunciar a posicionarse). Lo que me resulta estomagante es que también pidan su cabeza un puñado de sus compañeros de gremio, esos mismos que callaban o salían a defender la legitimidad de grupos musicales con letras que defendían el terrorismo etarra en activo sin ningún complejo, que nunca tuvieron problemas en compartir escenario con Molotov cuando cantaba aquello de “matarile al maricón”… Y, por supuesto, que se alinean públicamente con ideologías totalitarias homologables al fascismo que dicen combatir. Más allá de que esta gente se pretenda con más derecho a tener dignidad, derecho a equivocarse, conciencia política u opinión propia que Sherpa, sus manifiestos revelan un patético alineamiento con las corrientes ideológicas imperantes y asociadas al poder, que se alejan de la legítima crítica para privar de legitimidad a las ideas ajenas; algo opuesto a la libertad que dicen defender, y homologable al fascismo cuando el término se utiliza con propiedad. Y es que no hay nada más sonrojante que ver a los que se dicen rebeldes, provocadores o satíricos comulgar con la corrección política oficial del Estado en lugar de cuestionarla con ideas propias, al punto de aceptar tribunas en los medios digitales del régimen para justificarse. La gran falacia de todo esto es pretender que el concierto de otoño en La Riviera que se está tratando de boicotear tenga un cariz político por el hecho de que participe en él Los Barones (el grupo de Sherpa), gracias a la maquinaria propagandística del Gobierno. De momento han conseguido amedrentar a los decepcionantes Obús, sus compañeros de escenario, que parecerían haber ignorado o restado importancia a lo que lleva tuiteando desde hace más de un año José Luis Campuzano y de repente les parece fatal. Si no consiguen que el evento se cancele, será el público el que dé su legítima respuesta a todo este despropósito, que es lo que más temen.

No sabemos cómo va a acabar esto, pero lo cierto es que el Imperio está cada vez más solo en su Reforma y el nerviosismo le hace enseñar los dientes, exagerando en las redes sociales un apoyo que ha perdido a pie de calle. Quizás lo correcto sea sustituir el himno de la pandemia (y lo que quiera que la suceda), por otro Resistiré, esta vez el del propio Barón Rojo. Ilustra de principio a fin la situación que vivimos mejor que ningún otro, llegando a condensarlo todo en un estribillo más actual que nunca, siempre con la Contrarreforma:

Aunque siempre vigiléis 

Y mis datos proceséis 

No es tan fácil hacerme callar

Resistiré

Resistiré hasta el fin


De bien nacidos es ser agradecidos

JOSÉ MARÍA AIGUABELLA AÍSA

Pedro Castillo tomó posesión como Presidente electo de Perú el pasado 28 de julio. Al acto asistió el Rey de España, Felipe VI. En su discurso, el nuevo presidente,  pronunció ataques contra España por su  labor en América. 

Estamos asistiendo a un intento de autodestrucción de la civilización occidental, cuyas bases están constituidas por la civilización greco-romana y la cultura judeo-cristiana. Se trata de resetear el pasado,  nuestras mentes y costumbres, bajo los designios de los neodioses del progreso. Un elemento fundamental para acometer el plan consiste en lograr que la población se avergüence de su idiosincrasia y reniegue de sus raíces  para facilitar el «Gran Reseteo», diseñado en determinados foros, que se concreta en «Agendas» como la 2030 ó 2050. 

Forma parte de este contexto el movimiento de desacreditación de la labor de España en América, para lo cual todo vale, incluso la falsificación de la historia. La historia del Imperio español es una cosa y otra la historia propagandística e ideológica que se ha hecho de él. El antídoto para hacer frente a este reseteo es el conocimiento de la verdad. A tal fin vamos a intentar contribuir con la exposición de hechos que no de ideologías interesadas.

Jurídicamente hablando, el Nuevo Mundo nunca fue colonia de España y sus habitantes indígenas fueron tan súbditos de la Corona como lo eran los españoles peninsulares.  La expansión española no fue colonial sino imperial. «El imperio se distingue del colonialismo y otras formas de expansión territorial porque avanza replicándose a sí mismo e integrando territorios y poblaciones. El colonialismo en cambio no» (M.E. Roca) . 

Entre 1492 y 1545, poco más de medio siglo, España descubrió, exploró, conquistó y colonizó un territorio veinte veces  mayor que la península ibércia. Por razón de espacio nos limitaremos a enumerar algunos hechos que, de manera testimonial, testifiquen que la  labor de España en América fue intensa y benefactora:

  • Se construyeron vías de comunicación estables como el denominado “Camino Real de Tierra Adentro”, una ruta de 25.690 Km (abierto entre 1598-1882 entre ciudad de Méjico y Santa Fe en Nuevo Méjico). Hoy patrimonio de la humanidad.
  • El Plan de ordenamiento urbano de la Indias obligaba a que antes de fundar una ciudad se  hiciera un informe previo.
  • La Corona española también se ocupó del bienestar social mediante la construcción de hospitales; se estableció el control de la cualificación del personal sanitario; Felipe II estableció una cátedra de medicina en la universidad de Méjico; en 1635 se creó otra en Lima y en 1636 se hizo lo propio en  Bogotá; hubo hospitales de niños, maternidad, enfermos mentales y contagiosos 
  • En cuanto a la vida universitaria se fundaron 20 universidades (ni portugueses, ni holandeses abrieron ninguna en sus posesiones); Se crearon cátedras de lengua indígenas; La suma de universidades fundadas en sus posesiones coloniales por Bélgica, Inglaterra, Alemania, Francia e Italia no se equipara a las creadas por España hasta los siglos XIX y XX. 
  • Gran importancia tuvo la fundación del Colegio San Pablo de Lima en 1568 por los jesuitas. A partir de él nacen el Colegio Real de San Martín y el Colegio del Príncipe.
    • En 1584 tenía imprenta propia.
    • El Colegio de San Pablo disponía de gabinetes de Historia natural, Química, Botánica.
    • A mediados del siglo XVIII la Biblioteca del San Pablo era la mayor del continente, superaba los 40.000 volúmenes.  La universidad de Harward, en esas mismas fechas, no superaba los 4.000 libros.
    • La bibliografía estaba escrita en distintos idiomas, incluidas varias lenguas indígenas.
    • El contenido de la biblioteca comprendía las más variadas materias y autores como Newton, Descartes, Benito Feijoo, Malebranche, Locke, Leibniz, Galileo, Copérnico, Kepler.
    • También atesoraba una colección de instrumentos científicos como telescopios modernos, máquinas eléctricas, aparatos de física y química.
    • En 1648 seiscientos alumnos de distintas razas recibían educación superior en esta institución. 
    • En el Colegio se creó el laboratorio farmacéutico, que difundió la quinina en toda Europa, la cual llegó a denominarse “la corteza jesuita”.

En cuanto al trato a los indios:

  • Cuando los dominicos salieron en defensa de los indios por las injusticias que sobre ellos se habían cometido, Fernando el Católico convocó, en 1510, una junta de teólogos y juristas que concluyeron que el indio era sujeto de derecho semejante al hombre blanco.
  • En 1512 se dictaron las Leyes de Burgos, primer código legislativo establecido por la monarquía española para las Indias; se conocen también como Ordenanzas dadas para el buen regimiento y tratamiento de los indios, a las que se añadieron otras cuatro leyes más, dictadas el 28 de julio de 1513 en Valladolid
  • La mita era un sistema de trabajo fiscal propio de la región andina, según el cual los impuestos se pagaban con trabajo, que los españoles continuaron. La mita movilizaba a una parte de la población para trabajar en obras públicas y en las minas durante unos meses o semanas al año. Las condiciones de trabajo estaban reguladas minuciosamente y era asalariado. 
  • Las Leyes de Burgos regulaban la jornada de trabajo; el tiempo de descanso;  el trabajo gradual de la mujer embarazada. Esta legislación no la disfrutaban en España los propios españoles. 
  • Se establecieron sistemas de control cruzados y contrapesos de poder que dificultaban la corrupción y la ineficacia. Cuando un funcionario público de cualquier categoría terminaba su tiempo de servicio era sometido a un juicio donde se valoraban tanto la honradez de su trabajo así como su eficacia.
  • En 1538 Francisco de Vitoria alumbró un nuevo modo de contemplar las relaciones internacionales. El Padre Vitoria había reconocido a los indios la condición de sujeto de derecho y había sustituido el concepto de cristiandad por el de comunidad internacional, lo cual supone un nuevo modo de entender las relaciones entre los pueblos. Incluso negó al Papa la capacidad para legitimar guerras o conquistas. Hasta entonces nadie se había planteado que los pueblos conquistados pudieran tener derechos o que los individuos de una civilización salvaje fuesen seres humanos y mereciesen respeto. España fue pionera en el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas. 

  • Mientras en América del norte se optó por la eliminación de los indígenas, en la América española se practicó el mestizaje. Como muestra he aquí los datos siguientes, que ponen de manifiesto que los españoles fueron unos genocidas bastante incompetentes.
    • Los pactos fueron una política practicada por la Monarquía Católica desde el principio, porque los españoles fueron siempre pocos. El imperio fue consecuencia del esfuerzo de los españoles y los indios.
      • Hernán Cortés contó con 580 españoles y con el apoyo de 200.000 indígenas, como los totonecas y los tlaxaltecas.
      • Gonzalo Jiménez de Quesada en su incursión por territorio panche o tolima (Colombia), en 1537, contaba con unos efectivos formados por 50 españoles y unos 15.000 muiscas.
      • Pizarro en la conquista de Cuzco contó con 190 españoles y unos 30.000 muiscas, cañaris y chachapoyas.

    Podríamos seguir enumerando hechos y  acciones. Cuando determinados políticos de Hispanoamérica –mejor que Latinoamérica-  recriminan a España por su labor allí, olvidan en sus reivindicaciones que por sus venas y las de sus ciudadanos corre sangre española, lo cual equivale a renunciar de sí mismos.

    «Nadie con un mínimo de cultura niega ya el papel pionero que tuvieron los legisladores y la maquinaria imperial española en el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas»

    S.James Anaya

    «En todas partes el propósito de los españoles fue el de levantar, cristianizar y civilizar a los indígenas salvajes hasta hacerlos útiles ciudadanos de la nueva nación en vez de arrojarlos de la faz de la tierra como ha hecho generalmente algunas conquistas europeas. Ahora y entonces hubo  errores y crímenes individuales, pero el gran principio de humanidad y cordura señala en conjunto el amplio camino de España, un camino que atrae la admiración de todo hombre»

    Charles Fletcher Lummis. Citado por P.F. Barbadillo, Historia del Imperio español

    La perdición en lo simple

    KAY

    Y es que lo simple…lo abarca todo. ¿Es algo malo? En absoluto, estamos hablando de un término altamente relativo. Dependerá del contexto en el que lo empleemos, lo bueno o malo que sea su significado.

    Hoy quiero hablarles de dos cuestiones, no sin antes parafrasear lo que dijo alguien muy querido: “La imbecilidad de lo inmediato”. Ese algo que les decía, está muy enlazado a esa brillante cuestión. Se trata de la pérdida del sentir, en su estado más puro; del entender, con todo su significado; del amarse a uno mismo por encima de muchas cosas, que no de todas. Empiezo con la primera y luego haré lo pertinente.

    Miren, yo no soy un individuo que derroche perfección ni nada que se le parezca, pero considero con firmeza que estoy muy por encima del calibre demostrado por un porcentaje considerable de la población; que está muy perdida. Hablo sobre todo de la juventud, en la cual me encuentro. No sé si son conscientes de la falta de estima que albergamos hacia nosotros mismos cuando procuramos tener algo, que suele cocinarse a fuego lento, tan rápido como una vuelta en Fórmula 1. Es decir, ir a lo simple.

    Estamos en la época de nuestra historia en la que “la imbecilidad de lo inmediato” está haciendo un mayor acto de presencia, hablemos del amor. 

    Hoy en día, como bien diría mi padre: “Parece que todo el mundo necesita/debe tener novia” (habla desde su punto de vista, claramente), las parejas tienen la calidad que tienen por la poca seriedad que dedicamos al amor en pleno 2021. Nos estamos convirtiendo en una sociedad que, literalmente, carece de sentimientos y que se quiere a sí misma muy poco. 

    El otro día oía a una amiga decir algo que me hizo colapsar (tal vez el error es mío por tener fe en el amor): “Yo en un futuro me casaré, pero si encuentro a otro más guapo y me gusta más, pues me voy con ese”, y yo pensé: “Olé los cojones, valiente”. Hace falta quererse poco para vender los sentimientos tan barato y con tanta facilidad.

    Y lo de valiente no es por tener valor, que ahí lo único que hay es egoísmo y cobardía, sino por “valiente imbécil serás si haces eso”. ¿Han visto? La imbecilidad de lo inmediato. Así cómo vamos a darle vida a nuestros sentimientos más sinceros (que no de un cuarto de hora con el nuevo de la oficina) y a respetarnos a nosotros mismos…

    No me vengan con: “Soy libre de hacer lo que quiera con mi vida”, etc…eso es libertinaje, eso es vender tu estabilidad sentimental al mejor postor que es una insensatez, producto de no haberte trabajado como individuo en tu desgraciada vida. Y digo desgraciada, porque una vida carente de valores… ¿qué es?

    Concluyendo esta primera parte, que ha sido muy escueta (si pensamos en la extensión que puede suponer un texto que hable en profundidad del tema), ¿no merece la pena encontrase en lo complejo y no perderse en lo sencillo?

    Ahora voy a tratar la segunda cuestión que está relacionada con esto y con otras muchas cosas del carácter humano, cada vez más idiotizado. Expongo literalmente un texto que leí y me hizo pensar, igualmente lo hará con ustedes: “Mucho sexo sin amor. Muchas fiestas sin amigos. Mujeres queriendo estar bonitas para salir con el hombre más rico y hombres buscando ser ricos para estar con la más bonita. En pleno siglo XXI las personas saben el precio de todo, pero el valor de nada”

    Ya está, tratada. Tal vez se imaginaban que iba a explicarlo y no, porque se explica mi opinión por sí sola. Quien se sienta ofendido que no vuelva a leer un artículo mío y así no sufrirá tanto. ¡Ah! Recuerden: Eviten la imbecilidad de lo inmediato y déjense seducir por la inteligencia de lo complejo. Eviten la perdición en lo simple.